Al Sáder pide a sus seguidores evitar «toda manifestación armada»

(PD).- El fanático clérigo chií Múqtada al Sádr ha llamado este domingo a sus seguidores a poner fin «a toda manifestación armada» en Basora y todas las ciudades del país.

El clérigo ha dejado claro que no se responsabilizará de quienes porten armas y ataquen a los organismos de seguridad, las sedes de los partidos políticos y las instituciones del Gobierno iraquí.

«Para evitar el derramamiento de sangre y preservar la unidad de Irak, hemos decidido cancelar todas las manifestaciones armadas», reza el comunicado difundido en la ciudad santa chií de Nayaf (al sur de Bagdad) tras varias horas de negociaciones con el Gobierno.

El Ejecutivo iraquí ha reaccionado de inmediato a la noticia y celebra la decisión de Al Sádr. «Como Gobierno de Irak, damos la bienvenida a esta declaración. Creemos que respaldará los esfuerzos de Irak para imponer la seguridad», ha dicho Ali al-Dabbagh, portavoz del primer ministro Nuri al-Maliki, a la televisión estatal Iraqiya.

Previsamente, el Ejecutivo iraquí había anunciado la prórroga del toque de queda en Bagdad hasta nueva fecha, pese a que esta medida expiraba a las 05.00 hora local de hoy (03.00 hora peninsular). La espiral de violencia amenazaba con desbordarse en todo el país y después de varios días de enfrentamientos, la cifra de muertos supera los 300.

Al Sáder ha instado a todos sus partidarios del Ejército del Mahdi a colaborar con las fuerzas gubernamentales y repudiar los crímenes. El clérigo ha dejado en claro que quienes realicen ataques serán considerados elementos ajenos a su milicia.

Sin embargo, un alto asesor del clérigo ha aclarado que el llamamiento a la calma no incluye la entrega de las armas por parte de los milicianos. «Las armas de la resistencia no serán entregadas al Gobierno iraquí», ha dicho Hazem al-Araji, a los periodistas.

En este sentido, Al Sáder ha pedido al Gobierno aplicar la ley de amnistía general, liberar a los presos, cesar las detenciones y dispensar los servicios básicos a la población, sin que todo esto signifique una condición para la declaración de alto el fuego.

El llamamiento a la tranquilidad se produce poco después de que fuentes cercanas a Sadr informasen de que su Bloque Político y el Gobierno abrieron un diálogo anoche para poner fin a la lucha que libran los seguidores del clérigo con tropas iraquíes desde el 25 de marzo y que han causado ya la muerte de unas 300 personas, principalmente en Basora.

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