Las fuerzas extranjeras destacadas en Afganistán -unas 130.000 a la espera de un último refuerzo adicional de 20.000 soldados- están planeando un gran asalto contra los feudos talibanes de Kandahar
Dos militares españoles han resultado heridos leves hoy al noroeste de Afganistán como consecuencia de un ataque talibán mientras efectuaban una patrulla de reconocimiento al sur de Sang Atesh, en la provincia de Badghis.
Uno ha recibido un impacto de bala en la rodilla y el otro, esquirlas en un pie. Se encuentran fuera de peligro y han sido trasladados al hospital de la base de Herat, al oeste del país.
Los militares patrullaban en Ja Fari, una zona al sur de Sang Atesh cuando se han visto atacados por los talibanes.
Los militares heridos han sido evacuados en helicóptero al campamento de Bala Murghab. Luego han sido llevados al hospital Role 2 español, en la base de apoyo avanzado (FSB) de Herat.
Los propios soldados se han puesto en contacto con sus familiares para informarles de los hechos y comunicarles que están fuera de peligro.
El último incidente donde un soldado español resultó herido en Afganistán tuvo lugar en abril, al explotar un artefacto al paso de un vehículo militar.
El suceso tuvo lugar en la denominada ruta ‘Lithium’, que une las localidades de Qala i Naw y Bala-Murghab.
DIALOGO Y FACINEROSOS
Las fuerzas extranjeras destacadas en Afganistán -unas 130.000 a la espera de un último refuerzo adicional de 20.000 soldados- están planeando un gran asalto contra los feudos talibanes de Kandahar tras su ofensiva en la vecina provincia de Helmand.
El movimiento talibán exige la retirada inmediata de las tropas extranjeras para iniciar un diálogo con el Gobierno, al que se ha intentado dar un impulso con la jirga o Asamblea de la paz reunida en Kabul los días 3 y 4 de junio.
Los talibanes han dado la bienvenida a algunos de los puntos de la declaración no vinculante emitida por la asamblea, como la liberación de prisioneros insurgentes y la retirada de nombres de la lista negra de la ONU.
Esta es una de las primeras veces desde que empezó la actual guerra en 2001, tras la caída del régimen talibán y la invasión estadounidense, que los insurgentes dejan abierta una puerta al diálogo en público.
