Los pastafaristas también niegan la teoría de la evolución de Darwin
Hay gente para todo. Austria ha reconocido a los coladores de pasta como tocados religiosos de un curioso culto conocido como «pastafari», al permitir a un conductor lucir uno de color rosa en la fotografía de su carné de conducir.
El empresario Niko Alm, de 35 años, inició hace tres años su particular campaña a favor de semejante tocado cuando supo que en Austria sólo se permite cubrirse la cabeza en las fotos de documentos oficiales cuando hay una justificación religiosa.
Alm, que se declara un «ateo militante», define su acción como una lucha para lograr «los mismos derechos que las monjas o las mujeres musulmanas», según recoge este 12 de julio de 2011 la prensa austríaca.
En principio, su foto con el colador en la cabeza fue rechazada por las autoridades de Tráfico, que además lo enviaron a pasar un test psicológico que verificase si estaba capacitado para conducir.
Tras aprobar el examen psicológico, y tras meses de espera, Alm ha conseguido su carné con el tocado después de haber demostrado su pertenencia a la conocida como iglesia del Monstruoso Espagueti Volador, cuyos adeptos se hacen llamar «pastafaris».
Su Dios, un plato de espaguetis
Esta deidad, que reina en un paraíso lleno de volcanes que lanzan cerveza helada y está representada por una montaña de espaguetis sobre dos albóndigas, es una respuesta paródica a las teorías «creacionistas» que han ganado influencia en el sistema educativo de Estados Unidos.
Este «culto», que ya cuenta con su evangelio, lo inventó en 2005 un físico de EEUU para protestar por la enseñanza en Kansas de las teorías del «diseño inteligente», que plantea una alternativa de bases bíblicas a la teoría de la evolución de Charles Darwin.
Alm, después de este primer reconocimiento, ya ha anunciado que su próxima batalla será que en la república alpina se reconozca ese culto como oficial.
EL PASTAFARISMO
El pastafarismo, o también religión del Monstruo de Espagueti Volador (en inglés: Flying Spaghetti Monster (FSM)), neologismo derivado de pasta (espagueti) y rastafarismo, es una religión paródica, surgida como protesta social en los Estados Unidos de América para denunciar y oponerse a la difusión de la hipótesis del diseño inteligente, impulsada por sectores políticos y religiosos conservadores durante los mandatos del Presidente George W. Bush, y a las corrientes de opinión que pretendían su equiparación con teorías aceptadas por la comunidad científica como la de la evolución biológica.
Los principios del pastafarismo fueron ideados por Bobby Henderson, licenciado en física de la Universidad Estatal de Oregón, para protestar por la decisión del Consejo de Educación del Estado de Kansas (Kansas State Board of Education) adoptada a finales de 2005, de permitir la enseñanza del diseño inteligente en las escuelas públicas como alternativa de la teoría de la evolución.
Esta decisión fue finalmente revocada en agosto de 2006.
Al igual que el movimiento a favor del diseño inteligente, el ideario de Henderson emplea referencias ambiguas a un denominado «Diseñador Inteligente» no especificado, con el fin de evitar los mandatos judiciales que prohíben la enseñanza de la religión y el creacionismo en las clases de ciencia de los centros educativos estadounidenses.
Henderson remitió una carta abierta al Consejo en la que parodiando el concepto de diseño inteligente, expresaba su fe en una deidad creadora sobrenatural, semejante a una enorme bola de espagueti con albóndigas.
En consecuencia, solicitaba que la teoría de diseño inteligente defendida por el pastafarismo fuera también enseñada en las clases de ciencias.
La parodia alcanzó cierta popularidad gracias a su difusión por los medios de comunicación. Grupos de ateos y agnósticos, denominados por los pastafarianos «espagnósticos», consideran el argumento del «Monstruo de Espagueti Volador» como una versión adaptada de las teorías de la tetera de Russell o la del Unicornio rosa invisible.