La victoria de los talibanes en Afganistán encendió las alarmas dentro de las fuerzas armadas de la Unión Europea.
Los ministros de Defensa de la UE discuten propuestas para una fuerza europea de reacción rápida, después de que el bloque quedó marginado durante la evacuación de Afganistán encabezada por Estados Unidos.
En ese marco, se han multiplicado las voces para que la UE desarrolle su propia capacidad militar conjunta para responder rápidamente a las crisis, luego de las caóticas escenas en el aeropuerto de Kabul después de que los talibanes tomaron el poder.
Los ministros están listos para revisar una propuesta, lanzada originalmente en mayo, para establecer una fuerza de 5.000 efectivos como parte de una revisión de la estrategia general de la UE que se espera finalizar el próximo año.
Sin embargo, persisten dudas sobre la real voluntad política para involucrar a tal fuerza, ya que el bloque nunca ha logrado utilizar un sistema de los llamados “grupos de batalla” establecido en 2007.
“Está claro que la necesidad de una mayor defensa europea nunca ha sido tan evidente como hoy después de los acontecimientos en Afganistán”, dijo el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, al comienzo de la reunión. “A veces sucede algo que empuja la historia, crea un gran avance y creo que el evento de Afganistán de este verano [boreal] es uno de estos casos”. añadió.
Consultado sobre una posible nueva fuerza, Borrell insistió en que “tenemos que buscar algo más listo para ser activado, más operativo”, ya que los denominados “grupos de batalla” no se habían utilizado.
El ministro de Defensa de Eslovenia, Matej Tonin -cuyo país ocupa la presidencia rotativa de la UE-, estimó que una fuerza de respuesta rápida podría ascender a entre “5.000 y 20.000” efectivos.
El funcionario pidió un nuevo sistema que permita el envío de tropas de “países dispuestos” en nombre de la UE apenas si la mayoría de los estados miembros estaban de acuerdo, en lugar de la unanimidad requerida para los “grupos de batalla”.
La ministra de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, apuntó por su parte que la lección de Afganistán fue “que nos volvemos más autónomos como europeos y podemos actuar de manera más independiente”. No obstante, insistió que “es muy importante que no actuemos como una alternativa a la OTAN y los estadounidenses”.