Asesinato en parejas: esta vez entre mujeres
Sí, ocurrió recientemente en Madrid y la noticia (bastante “discreta”) es la que dice lo siguiente:
“La Policía Nacional detiene a una mujer por asesinar a su novia en Madrid: Clamor en las redes sociales ante el silencio momentáneo de las feministas y de su principal referente, Irene Montero, ministra de Igualdad: (16 Jul 2022 (PERIODISTA DIGITAL). El feminismo de pacotilla: Oltra no dimite e Irene Montero no publica ningún tuit. Conmoción en el madrileño barrio de La Latina.
La Policía Nacional ha detenido a una mujer de 37 años por asesinar en la tarde del 15 de julio de 2022 a su novia, de 31 años, en un piso de este popular barrio del centro de Madrid. El suceso tuvo lugar en el número 6 de la calle Alfonso VI. Alrededor de las 16:40 horas una mujer, la autora del crimen, llamó al 112 alertando de que había una persona moribunda en su casa. Cuando llegaron los sanitarios del Summa-112 en una unidad de soporte vital avanzada, encontraron a la víctima con cinco heridas por arma blanca en tórax y abdomen.
De hecho, según certificaron los sanitarios, la mujer llevaba bastante tiempo muerta, con lo que se procedió a activar el protocolo previsto en estos casos y que se personasen agentes de la Policía Nacional. Hasta esa vivienda acudieron miembros del Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional y la Policía Científica para interrogar a la asesina, una mujer que, contra todo pronóstico, se mostró muy tranquila y no ofreció ningún tipo de resistencia cuando fue arrestada para ser llevada a declarar a comisaría. Más allá de la gravedad del asesinato, en redes sociales como en Twitter se abrió un amplio debate sobre si ahora habrá algún tipo de concentración en repulsa por este hecho o, como sostienen algunos internautas, se intentará correr un tupido velo al ser un suceso en el que han estado involucradas dos mujeres”.
¿Sorpresa para quién? Para mí, no en absoluto; simplemente se demuestra la realidad del ser humano, y como “semejantes que somos, nunca iguales”, pues esa semejanza se demuestra y manifiesta en ambos sexos; en este caso, lo que no se ha publicado es, si la asesina era la que hacía, “de hombre o de mujer”; puesto que está claro que al vivir en pareja, era lo que se iguala socialmente aquí, como “matrimonio”; cosa insólita, puesto que “dos cosas desiguales”, no pueden denominarse con la misma denominación; pero los que gobiernan y los que presionan, así lo quisieron y así ha sido impuesto; y nadie me hable de “derechos”, que como seres humanos tenemos los mismos unos y otros, pero, “los derechos son una cosa y la semejanza está lejos de la igualdad”; pero, “estos son otros López y no entro en ello por hoy”.
Lo que sí ha quedado claro, es que todo “el movimiento feminista o “hembrista” que digo yo, ha procurado tapar todo lo tapable y pasar sobre estos hechos, con la máxima rapidez pues no interesa “la parafernalia”, que normalmente se sigue, cuando el asesino es un hombre y la asesinada es una mujer; entonces sí que hay que darle todo “el bombo y platillo” a los hechos, puesto que de eso viven en España, “vete a saber cuántos miles de beneficiados y por el dinero público, que se asigna a cantidad de individuos o asociaciones que se preocupan de que esa parafernalia siga en crescendo, ya que como demuestran los hechos anuales, es cosa que tristemente se repite cada año; y donde mueren muchas más mujeres que hombres (“aparte de los menores que caen en las masacres familiares”) sencillamente, por cuanto y normalmente, la mujer físicamente es más débil; mentalmente es mucho más fuerte, que el “bestia” del hombre, que por lo que sea, llega al asesinato, aunque y después y en gran cantidad de ellos, se suicidan después; lo que demuestra su cobardía y debilidad; por lo que en realidad hay que compadecer “a ambos” y al asesino, calificarlo como un pobre diablo sin recursos inteligentes para eludir la tragedia; tragedia que muchas veces imagino va muy ligada a la frase de la sabiduría popular… “Si tu mujer te pide el que te arrojes por un talud… pídele a Dios que este no sea muy alto”. Dándose por seguro que la víctima caerá por el mismo, antes o después, puesto que ya sabemos los casados, que quien siempre manda en la casa, no es el hombre; es la mujer que de una u otra forma, en ella se hace, lo que a ella, le apetece.
En fin, “es la vida” y la realidad de siempre, que no es otra, que la que afirma la sabiduría popular: “El muerto al hoyo y el vivo al bollo”.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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