Palpito Digital

José Muñoz Clares

Payasos de Tractorania

Mientras Torrent se esforzaba en un discurso entre estratégico y ecuménico en la línea del devoto Junqueras – la prisión y el miedo a la prisión producen estas conversiones – habló Maragall, el hermano tontico del otro Maragall, como si su voz surgiera de una cuneta de la guerra civil y la guerra la hubiera perdido él solo contra el Estado castellano. Mientras, el forajido Puchi.doc rescataba en un twit el encuentro de Hitler con Franco en Hendaya y no pasaron dos horas hasta que la comunidad judía de España se le echó encima arrastrando a parte de la prensa internacional.

Incomodarse con la UE, la misma que retrató a Pablenin como «el nieto de Ceaucescu», puede que le salga gratis al mentecato, pero afrentar a los judíos viviendo en Bruselas puede ser un inconveniente que el muy ignorante no había sopesado porque, entre otras cosas, su ignorancia resulta enciclopédica en asuntos de historia. Puede que Bruselas esté habitada por gente fría y triste pero Amberes es una de las comunidades judías más ricas del mundo, y esa comunidad guarda de Hitler una memoria que es cualquier cosa menos grata. Y de Franco ni les hablen, porque su excremencia murió lanzando exordios contra la conspiración judeomasónica, igual que hizo Hitler pero ahorrándose la referencia a los masones. De modo que Puchi.doc está a un paso de que los judíos se movilicen y acaben por preguntar al gobierno belga qué coño hace en el país un pelanas con semejante sensibilidad.

Puesto que la cosa va de payasos, asistimos igualmente al fingido esfuerzo de ERC por proponer como candidato al forajido sin que se les note la risa floja ante los sesudos argumentos de los podridos exconvergentes: si Trump no está en todas las ciudades de EEUU y, sin embargo, gobierna (?), igualmente puede nuestro forajido gobernar desde Bruselas, con permiso de los judíos, se entiende. La cita del payaso Trump resulta muy bien traída pues sitúa a la política catalana en un escenario de payasos incapaces de entender que una cosa es no estar en todas partes y otra bien distinta es el no estar en ninguna, como le ocurre al pelanas que tanto añora a Hitler y a Franco.

El elenco de bufones se completa con una CUP en pleno mosqueo porque no ha oído ni una vez que se apele a la proclamada república ni al espíritu del 1-O, lo que les suena a traición. Con cuatro diputaditos, eso sí, más aseados que la predecesora Gabriel y su corte de ogresas, pretenden llevar a la cárcel a Torrent y a sus colegas, y estos han dicho que no, que a la cárcel, si quieren ir, que vayan ellos; que elijan delito, por ejemplo destrozar un todo terreno de la Guardia Civil, que se suban encima con un megáfono y que ya verán cómo serán conducidos de inmediato tras los pasos del martirio que iniciaron Junqueras y los Jordis.

Podemos con barretina y la taimada Colau han hecho también su numerito tras la autocrítica que Coleta menguante repartió urbi et orbi, incluyendo a la prensa al estilo del gran payaso Trump. Y eso es bueno para España: la deriva hacia la nada que se empeña en sostener gana peso y nos asegura una pronta liberación de sus patochadas, ratificando la tendencia de Podemos a ser marca blanca de todos cuantos pretendan echar abajo al Estado castellano, ese que, como Maragall el tontico, imaginan cuando miran a Madrid.

Así que un circo de tres pistas donde la única contribución seria ha sido la del impagable, el imprescindible, el gran Boadella, que modestamente se tiene por mero aprendiz de payaso comparado con los descritos, cada vez más encerrados en la rueda del hámster desde la que piensan construir el camino a la república que sólo por una cuestión táctica no citan. De momento.

Boadella ha estado a la altura. Él es, en verdad, el único presidente en el exilio de la emergente realidad tabarnesa. Tabarnia es el presente y el futuro de Cataluña frente a esa otra Tractorania poblada de garrulos uniceja, de barretina calada como barrera profiláctica frente a las heréticas ideas que propagan los castellanos malditos.

Sí, Boadella es nuestro hombre. De cara a las próximas elecciones – que no tardarán si todo sigue como ha empezado – debería presentarse, arrasar a los constitucionalistas por tibios y entrar en la Generalidad rodeado de maceros vestidos de sota de bastos de la baraja española. ¡Qué imagen para el mundo! Revitalizante, renovadora y, sobre todo, seria, por comparación con las bufonadas que nos tienen preparadas los indepes reconvertidos en pollos descabezados y, de cuello para abajo, desorientados.

Y a Puchi.doc hay que animarlo a que siga ignorando la historia y dándole a tweeter como un Trump cualquiera. Ese es el camino, Puchi: no te rajes ahora.

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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