Palpito Digital

José Muñoz Clares

Ellos hermanados, nosotros sin esperanza

La sucesión de despropósitos que caracteriza lo de Narcisánchez no nos permite centrarnos en aspectos esenciales de la cuestión como el hermanamiento en la corrupción que hace que los unos perdonen a los otros en tanto aspiran a que vuelva a regir el añorado hoy por tí y mañana por mí. Es la imagen podrida del amor fraterno que nos conduce, querámoslo o no, al bipartidismo, del que sólo cabe esperar que por turnos nos roben a manos llenas.

Recientemente la UCO detuvo al subdelegado del gobierno en Valencia (PSOE) y a un antiguo exteniente de alcalde de Rita Barberá (PP), junto a una hija de este último y a un empresario de la construcción, por haber cobrado mordidas en la adjudicación de contratos y obras. En síntesis, los mismos personajes que condujeron al psoe a la debacle en los lejanos 90, al pp y por lo mismo en la época final de Rajoy, ahora al psoe otra vez después del gran latrocinio de los ERE , sólo una parte de lo trincado por el psoe andaluz en conjunto, a la vez muy alejado de lo que ha trincado la derecha catalana a lo largo de los decenios, y siguen. Y eso por no hablar de las famosas tarjetas black, que en su propio nombre llevaban el estigma: dinero fresco y negro, señores, y ahí mordieron todos: políticos, banqueros, sindicalistas del socialismo y de ccoo, gente de IU, socialistas de carnet, etc., etc., etc.

Podemos -¿recuerdan?- vino a dar la cara y el pecho por los indignados y ha sido Varoufakis, que ya tenía motaza y novia cuando llegó al poder, quien ha definido la cuestión en una frase lapidaria: «Podemos ya es pudimos», vivo resumen de los cambios de ruedas del cochecito en que estos neocomunistas han venido siendo representados por Peridis, uno de los más finos opinadores políticos de España. Mientras que en la vida oculta de las mafias hay Cosa Nostra, Ndragheta, Mafiosos sin adscripción, Yakuza y demás, en el mundo de las grandes políticas y finanzas se ha alcanzado una comunión sin precedentes en eso que llaman organizaciones criminales, cada vez más monopolísticas a base de ayuda recíproca y colaboración fraternal. El problema no es la política, el problema son los políticos que hemos dejado engordar sin poner fecha, como a los cerdos, para la matanza. Y entiendan matar en el más figurado sentido del término.

Y nosotros, el pueblo llano, los que no mandamos, en manos de esta caterva de indeseables y con apenas posibilidades reales de llevarlos a la prisión que merecen y apartarlos de una vez de la vida pública. Íbamos en un avión huyendo de ellos y al más puro estilo Lukashenco obligaron al avión a aterrizar y aquí estamos, a su merced. Lo último va a ser, ya es seguro, el blanqueamiento de quienes dieron un golpe de estado en el otoño de 2017, lo que les permitirá seguir despilfarrando dinero público en apoyo de un tipo que ha prometido un referéndum pactado sin que la otra parte del pacto haya dicho ni sí ni no, y se ha limitado a engrasar la manivela de laminar la ley, a los jueces y a la parte de la fiscalía que se resiste a ser correa de transmisión de la cuadrilla de NarciSánchez y su progresía polisaria, de lenguaje inclusivo e ignorancia expansiva, de chaletazo y mantenidas colocadas por el hecho de acostarse con el jefe. ¡Qué viejo suena todo!

Y en este ambiente, los únicos avergonzados somos nosotros, mientras en ellos no se aprecia sonrojo alguno. Escondidos tras lo bien que nos va a ir en el año 2050, hermanados en el santo latrocinio, para el año 2050 no habrá ya nada que robar, eso es lo único que encontrarán de bueno quienes para entonces vivan.

 

 

 

 

 

 

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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