Este domingo, 15 de junio de 2025, Lima y el Callao vivieron una sacudida que interrumpió la rutina de miles de familias. A las 11:35 de la mañana, un sismo de magnitud 6.1, con epicentro a 30 kilómetros al suroeste del Callao y a una profundidad de 49 kilómetros, puso a prueba la capacidad de respuesta y la calma de la capital peruana.
La tierra tembló con fuerza suficiente para que muchos residentes abandonaran precipitadamente sus viviendas, mientras los recuerdos de desastres anteriores se mezclaban con la incertidumbre.
En cuestión de segundos, el ruido y el vaivén se apoderaron de oficinas, mercados y hogares. Las imágenes compartidas en redes sociales muestran escenas de evacuaciones rápidas y rostros marcados por la tensión. Para quienes conocen la historia sísmica del país, cada evento como este es un recordatorio persistente del riesgo que enfrenta esta región costera, situada en una de las zonas más activas del Cinturón de Fuego del Pacífico.
🚨 URGENTE: Un fuerte sismo de magnitud 6.1 sacudió a Lima, Perú, este domingo 15 de junio de 2025. El momento exacto quedó documentado durante una transmisión de un partido de fútbol.
— Noti7 (@Noti7Guatemala) June 15, 2025
El impacto inmediato: calma tras el susto
Pese a la magnitud del sismo, las autoridades peruanas respiraron aliviadas. El Instituto Geofísico del Perú (IGP) confirmó que no se registraron daños personales ni materiales graves tras el movimiento. Asimismo, descartaron cualquier riesgo de tsunami para la costa central. Hernando Tavera, jefe institucional del IGP, declaró que “todavía no tenemos reportes de daños” e instó a la población a mantener la calma pero estar alerta ante posibles réplicas, aunque subrayó que estas suelen ser de menor intensidad.
La intensidad registrada en Callao fue de nivel IV en la escala Mercalli Modificada: perceptible para muchos, pero sin causar daños estructurales significativos. De hecho, barrios enteros volvieron gradualmente a sus actividades tras comprobarse que no había mayores consecuencias más allá del susto.
Datos clave del sismo
- Hora local: 11:35 a.m., domingo 15 de junio
- Epicentro: 30 km al suroeste del Callao
- Profundidad: 49 km
- Magnitud: 6.1
- Intensidad en Callao: IV (escala Mercalli Modificada)
- Daños reportados: Ninguno grave hasta el momento
- Alerta de tsunami: Descartada por las autoridades
Un país acostumbrado al temblor
Perú experimenta con frecuencia movimientos sísmicos debido a su ubicación geográfica. La convergencia entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana genera tensión acumulada que se libera periódicamente en forma de sismos. La memoria colectiva aún guarda los estragos del terremoto de Pisco en 2007 (magnitud 8) o el gran sismo de Áncash en 1970.
Aunque el evento de hoy no alcanzó niveles catastróficos, reavivó el debate sobre la necesidad permanente de preparación ciudadana. Las autoridades insisten en tener lista una mochila de emergencia con agua, alimentos no perecederos, linterna y documentos importantes. La rápida evacuación observada evidencia tanto el aprendizaje social como los desafíos pendientes para lograr una cultura preventiva consolidada.
Sismo de magnitud 6.1 causó pánico en la Catedral de Lima en plena misa. El cardenal Carlos Castillo instó a los fieles a guardar la calma
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— Canal N (@canalN_) June 15, 2025
Preparación y retos futuros
La jornada sirvió también para poner a prueba los protocolos escolares y laborales. Muchos colegios y empresas realizaron simulacros improvisados durante los minutos posteriores al sismo. La pregunta sobre la suspensión o no de clases para el día siguiente fue tendencia en redes sociales; finalmente, el Ministerio de Educación no consideró necesario interrumpir las actividades escolares tras constatarse la ausencia de daños.
Lima y Callao concentran cerca de diez millones de habitantes y poseen una infraestructura heterogénea, desde modernos rascacielos hasta construcciones vulnerables. El reto es mayúsculo: fortalecer edificaciones antiguas y educar a toda la ciudadanía sobre cómo actuar antes, durante y después de un movimiento telúrico.
Lecciones tras una sacudida sin víctimas
El sismo registrado este Día del Padre quedará como un episodio más dentro del historial sísmico peruano. Pero su desenlace sin consecuencias fatales puede leerse como un pequeño triunfo colectivo: muestra avances en prevención y reacción social frente al riesgo natural.
Sin embargo, especialistas advierten que eventos similares o incluso mayores pueden repetirse en cualquier momento. La única defensa posible es una sociedad informada, preparada y consciente del entorno geológico donde vive.
En Lima y Callao, cada temblor es una llamada a no bajar la guardia. Mientras tanto, este domingo cierra con alivio pero también con renovado compromiso por reforzar la cultura sísmica nacional.