¿Es Dan Brown un mentiroso compulsivo?

(PD).- No es el autor del Código Da Vinci alguien que cause indiferencia. Tiene partidarios acérrimos y críticos implacables. Entre estos últimos, la revista Epoca que en su último número publica una prolijo, minucioso y amplio reportaje dedicado a enumerar las «mentiras», «errores» y la «falta de rigor» del escritor de best sellers.

Comienza su artículo Alvaro Sanchez León afirmando que, para Dan Brown, el Ayuntamiento de Sevilla se ubica en la majestuosa plaza de España, cuando en cualquier guía turística queda claro que el lugar correcto es la Plaza Nueva.

Y añade:

Para el escritor estadounidense, a la Giralda se sube por escaleras inseguras, cuando lo cierto es que se accede a la cumbre del monumento por medio de rampas. Sostiene Brown que la ingente catedral hispalense es “gótica del siglo XI”, cuando todos los libros de historia han decidido llevarle la contraria señalando que se inició su construcción en 1401, en un momento crítico para la ciudad, cuando la población sufría epidemias de peste.

Insiste Brown, pasando de la descripción al insulto, que los guardias civiles son “los mejores clientes” de las prostitutas sevillanas y su policía “no siempre es tan eficaz como la del Norte”.

El toque místico lo aporta con su representación de la religiosidad popular de Sevilla, cuando afirma que, en los noventa, cuando que se desarrollan sus capítulos, los hombres van a misa “con trajes oscuros” y las mujeres “rezando por las calles con cuentas de Rosario” y “mantillas”, estampa tradicional no generalizada ni siquiera el Jueves Santo.

El tono costumbrista lo ponen sus descripciones de los centros hospitalarios de la ciudad. Para Brown no dejan de ser

“una especie de decorado empleado en alguna película de terror de Hollywood, donde el aire estaba impregnado de un olor a orina”.

Así se congratula Brown con sus lectores españoles, sosteniendo falsedades y fabricando en esta coctelera la que fuera su primera novela, editada en EE UU en 1996, La fortaleza digital.

En ella el autor del El Código Da Vinci propone una angustiosa historia con ritmo de engaños y crímenes sincopados, recorriendo los secretos mejor guardados de las agencias de inteligencia norteamericanas por las calles de adoquines del centro sevillano.

Para los sevillanos, tantas inexactitudes revelan o que Dan Brown nunca estuvo en Sevilla o que cuando la visitó tuvo un mal día. Para otros, el famoso autor ha ido ensartando mentiras hasta culminar una novela de ficción que no responde a la realidad.

Los medios locales han criticado duramente los rumores sobre este libro de Brown, y quizás por eso, en la edición castellana, que sale a la venta el viernes 10 de febrero, ha introducido un prólogo con un marcado tono comercial, también lleno de mentiras.

Afirma el autor:

“Viví en Sevilla un año entero, Durante mi época de estudiante en la Universidad de Sevilla, en un piso de la Plaza de Cuba… Durante aquel año me enamoré de la ciudad y sobre todo de su gente”.

Según él, la ambientación de La fortaleza digital se la inspiraron sus años como estudiante de Historia del Arte en la Universidad de Sevilla en 1995.

Pero lo que resultamás fiable es lo que nos cuentan desde el centro:

“Ese señor nunca ha estado matriculado en esta universidad, a no ser que se apuntara a un curso de otoño de los que se dan en la Facultad de Geografía e Historia” para alumnos extranjeros.

No será el alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, el que evite el daño que los 400.000 ejemplares de la primera edición de la novela pueda producir en el turismo, que representa en torno al 13% del índice de ingresos de la ciudad.

El regidor tiene claro que es una oportunidad para invitar al autor y promocionar, de paso, Sevilla. ■

Zumo de arándanos, ¿’typical spanish’?Para Manuel Gregorio González, crítico literario del Diario de Sevilla,

“este libro no tiene mucha valía. Se trata de una apología del espionaje indiscriminado que no aporta nada a la literatura. Brown toma lo peor del folletín del siglo XIX y sólo entretiene”.

Lo que más le ha llamado la atención es que diga que

“el zumo de arándanos es muy típico en España” y que trate a la Guardia Civil con “un tono mexicano casi obsesivo”.

Fernando Iwasaki, escritor y columnista de Abc de Sevilla, es más claro al subrayar que “no he leído nada de Dan Brown y no pienso hacerlo”.

La edición en catalán de la última obra de este autor está en la calle desde antes de Navidad. Manuel González es uno de los que ya han podido leerla.

Tiene 35 años y es técnico de Protección Civil de la Generalitat:

“La visión de Sevilla que da el libro es la de una ciudad vieja (que no antigua), con servicios tercermundistas y atrasada en todos los aspectos. Quien no haya estado allí, se llevara una impresión absolutamente pobre: policía corrupta (en especial la Guardia Civil), hospitales con gente desangrándose en los pasillos, burdel de España, gamberrismo… En fin, ¡una joya!”.

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