Se lo contamos en primicia en Periodista Digital, Carlos Herrera confesaba este pasado martes en antena que pudo tener contacto con la asesina de Castro Urdiales.
Y es que Herrera confesaba que, este verano, durante su aventura por el Camino de Santiago pernoctó en esa localidad y allí tomó unas copas con unos amigos durante una actuación a cargo de la Casa de Andalucía de Castro Urdiales, componentes con los que charló animosamente esa noche y entre quienes podría estar la asesina, miembro activo de ese colectivo.
De esta forma, Herrera dejaba una duda abierta sobre si había conocido a la brutal asesina, María del Carmen Merino detenida por asesinar a su pareja, Jesús María, un hombre de 67. El crimen fue tremendo, una vecina de la ahora detenida llamó al cuartelillo de la Guardia Civil y contó con voz trémula que su amiga le había entregado, el 11 de abril, una caja para que se la guardara. Y que le había dicho que eran juguetes sexuales de su pareja, quien había abandonado voluntariamente la casa, unos cuantos meses antes.
La caja había permaneció en un armario desde entonces, pero transcurridos cinco meses, al notar que olía ‘raro’, decidió abrirla. En su interior había un cráneo humano en avanzado estado de descomposición; el del desventurado Jesús Mari Baranda, de quien se había denunciado su desaparición meses antes. Ahora conocemos que hirvió la cabeza de su marido.
Y si Periodista Digital ya les ponía en la pista de la posible relación entre la estrella de la COPE y la asesina, este miércoles Carlos Herrera lo confirmaba plenamente a sus oyentes y tertulianos:
«Ya les dije ayer que podría haber conocido a la asesina de Castro Urdiales cuando estuve allí realizando el Camino de Santiago, pues ahora les digo que sí». Después de comentar los atroces detalles del crimen con la audiencia, Herrera lo confirmaba: «Ahora revisando mi móvil me di cuenta que me hice varias fotografías con ella, con Mari Carmen Merino, la asesina… es lo que tiene conocer gente…».
Sin dar mayores detalles, el locutor confesaba en Herrera en COPE que, lógicamente, la asesina se mostró «muy cordial, como una persona normal».
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