EL REPASO

Alfonso Rojo: “Amancio, Roig y ahora ‘Idealista’, porque estos vagos de Podemos odian el talento”

Alejandra Jacinto, candidata de Unidas Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, aparece desde hace unos días en un gigantesco cartel, colgado en la fachada de un edificio del paseo de Santa María de la Cabeza, etiquetada como 'La Idealista' y prometiendo que bajará el precio del alquiler en la capital de España

Primero fue Amancio Ortega, el paisano que empezó vendiendo batas con una furgoneta y pastorea un imperio textil planetario con 200.000 empleados.

Después fue Juan Roig, el genio detrás de Mercadona, al que los ministros de Podemos califican de ‘capitalista despiadado’.

Ahora, en vísperas de las elecciones del 28-M en las que se pegarán un cacharrazo antológico, Irene Montero, Ione Belarra y demás zarrapastrosos cargan en masa contra ‘Idealista’.

Para los podemitas, el portal inmobiliario que utiliza todo ‘quisque’ en España, Italia y Portugal para vender, comprar o alquilar piso, es el paradigma del mal.

Un espanto al que paradójicamente copian logo, tipología y hasta colores en su propaganda electoral.

Alejandra Jacinto, candidata de Unidas Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, aparece desde hace unos días en un gigantesco cartel, colgado en la fachada de un edificio del paseo de Santa María de la Cabeza, etiquetada como ‘La Idealista’ y prometiendo que bajará el precio del alquiler en la capital de España.

Entre los muchos pecados mortales que he perpetrado en la vida no figura la envidia.

Que los demás tengan dinero o belleza me trae al pairo.

Hace tiempo que lo único ajeno que me genera pelusa es el talento.

Y talento a raudales, al igual que Amancio o Roig, tienen Fernando y Jesús Encinar, que ahora andan ya cincuenteando pero eran todavía veinteañeros cuando tuvieron la genialidad de dejarlo todo y junto a su amigo César Oteiza lanzaron ‘Idealista’.

Volviendo a los piojosos, alguno de los cuales ha terminado de ministro, de ministra o de ministre gracias al socialista Sánchez y multitud ejercen de directores generales, diputados, concejales y asesores, uno entiende que les den alergia el trabajo y la cultura del esfuerzo.

Pero que abominen el talento, detesten la inteligencia, aborrezcan el ingenio y vituperen la genialidad, es de psiquiatra.

O de borricos, borricas y borriques.

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