Déjense de polladas, de soñar con un PSOE que no existe y de matizar entre sanchismo y socialismo.
El Partido Socialista Obrero Español, sus barones autonómicos, sus alcaldes, sus dirigentes y la inmensa mayoría de sus fanáticos militantes no tienen remedio: han reinventado la España de los dos bandos y han elegido, para seguir chupando del frasco, ponerse en el mismo que los asesinos de ETA y los separatistas de ERC.
No hace mucho les dije que tengo meridianamente claro que España empezó a joderse hace dos décadas, cuando montado en la onda expansiva de los bombazos del 11-M, el inefable Zapatero entró en La Moncloa.
Ese fue el momento en que las cosas, que iban razonablemente bien, se torcieron y comenzamos a despeñarnos hacia la gilipollez y el sectarismo.
La certificación de la jodienda, el instante en que esta panda pone la guinda a su apestoso pastel, se está produciendo justamente ahora, en vísperas de las elecciones del 28-M.
Más allá de la infamia que supone la presencia de terroristas en las listas electorales y escuchar a la Fiscalía de Lola Delgado, la que jaleada por Baltasar Garzón se cachondeaba de la mariconería de Marlaska delante de Villarejo y unos comisarios comilones, anunciar que Bildu es ‘una formación política democrática’, lo que estamos viendo en las últimas horas es la exhibición impúdica de la alianza definitiva e irreversible entre el PSOE y los enemigos de España.
Respecto a la Fiscalía, podía haber aducido que, desgraciadamente, no existen elementos para la ilegalización de Bildu y que el entramado de los herederos de los terroristas cumple los requisitos formales, pero no.
Ha optado, cumpliendo órdenes, por usar el término ‘democrático’, para tener así un titular en los telediarios.
Volviendo a lo esencial, que son el PSOE y sus aliados, socios, cómplices y compinches, lo que ha dejado claro Sánchez estos días es la naturaleza del proyecto socialista. Presente y futuro.
Que Bildu presente criminales como candidatos y se vanaglorie de los miles de muertos, mutilados, viudas y huérfanos que dejó ETA, es normal. Va en su esencia.
Que el PSOE, con tantas víctimas en sus filas, se preste a la abyecta componenda y de arriba a abajo, sin excepciones, con la connivencia de todos sus integrantes, homologue a matarifes e independentistas como socios, es antinatural y merece que el pueblo español arroje a ese partido maloliente al basurero de la Historia.
A ver si hay suerte y empezamos a hacerlo en las urnas de toda España este 28-M.
