La tragedia es inmensa.
Son ya, oficialmente, 207 los muertos, pero se da por seguro que la cifra seguirá subiendo, a medida que se saquen coches del barro y se vayan despejando garajes y cauces.
Las inundaciones en la región valenciana, pero también en Castilla-La Mancha y en Andalucía– ponen al descubierto no solo una vulnerabilidad natural, sino también la indignante falta de preparación y coordinación del Gobierno Sánchez.
Eso y un sectarismo atroz, que quedó escenificado inicialmente cuando el PSOE y sus compinches manipularon la sesión de control en el Congreso de los Diputados, para evitar las criticas a la gestión gubernamentales y mantuvieron los puntos para terminar de asaltar el Consejo de RTVE y que ahora subrayan intentando culpar a todo el mundo de lo que en gran medida es su exclusiva responsabilidad.
Tras los estragos de esta catástrofe, las críticas se han centrado en la gestión del socialista Sánchez y su equipo, acusados de no activar los recursos necesarios a tiempo y de no coordinar adecuadamente con las autoridades autonómicas.
Argumentar, como han hecho el marido de Begoña y sus compinches que España es un Estado autonómico para eludir cualquier responsabilidad demuestra una falta de escrúpulos absoluta, propia de figuras ineptas y perjudiciales.
El Gobierno Frankenstein está haciendo un titánico esfuerzo, pero no en ayudar a las víctimas, sino en cargar toda la responsabilidad sobre Mazón y la Generalidad Valenciana, ahora en manos del PP.
Este es el nivel de deslealtad de tipo y un partido llamado PSOE que, siguiendo su tradición y proclividades, ha venido pagando el apoyo de separatistas catalanes, vascos y de la extrema izquierda, cediendo recursos, medios y competencias del Estado.
En la “sectaria” actuación gubernamental, que señalan propios y extraños, se singulariza la falta de activación del Plan Estatal de Emergencias de Protección Civil (PLEGEM).
El "maldito" heteropatriarcado, @IreneMontero.
Que sería de nosotras sin ellos.🙄 pic.twitter.com/hnOZUORup4— Natalia Pastor (@NataliaPastor) November 1, 2024
Descoordinación en la activación del Plan Estatal de Emergencias
La no activación del PLEGEM, aprobado en 2020, es uno de los puntos más conflictivos en esta crisis.
Este plan, diseñado para coordinar acciones en casos de desastres naturales, no se activó durante los primeros momentos críticos de la emergencia, dejando a los cuerpos de seguridad y rescate en una situación de alta vulnerabilidad. Fuentes policiales expresaron su “desesperación” al encontrarse sin los recursos suficientes para hacer frente a la magnitud de la tragedia.
Según algunos expertos y voces en el ámbito de protección civil, la activación del PLEGEM habría permitido una movilización más rápida de efectivos de rescate y de ayuda a los afectados, reduciendo así el número de víctimas y los daños.
Sin embargo, el Gobierno central mantuvo el mando en manos de las autoridades autonómicas, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, justificó esta decisión argumentando que las competencias recaían en la Generalitat Valenciana.
🔴 URGENTE| Juan del Val ESTALLA por lo sucedido en el Congreso: “Paran una sesión de control, y declaraciones política, pero la RTVE no puede esperar… Son tan enormemente miserables. Es una vergüenza, y una inmoralidad”. pic.twitter.com/xrIXBm0Btr
— Pedro Pineda Celis (@pedropcelis) October 31, 2024
Confusión en la gestión y acusaciones cruzadas
La falta de coordinación entre el Gobierno central y la Generalitat Valenciana ha quedado patente en el cruce de acusaciones entre ambos.
Mientras que desde el Ejecutivo central se ha señalado que el gobierno autonómico de Carlos Mazón no pidió refuerzos adicionales ni efectivos del Ejército, la Generalitat ha manifestado su inconformidad ante la demora en la respuesta y la falta de coordinación efectiva para asistir a los afectados.
Este conflicto ha resaltado lo que muchos consideran una gestión “sectaria” y politizada, dejando a un lado el bienestar de los ciudadanos en una situación de emergencia.
La tragedia pudo haberse evitado o, al menos, mitigado si hubiera existido un liderazgo claro y no un “estado de chichinabo”, como lo califica este 2 de noviembre de 2024 el columnista Luis Ventoso en El Debate.
Para algunos, esta crisis evidencia que las estructuras territoriales actuales y la fragmentación de competencias dificultan la acción rápida y unificada en emergencias.
Soy valenciano y me ha costado mucho hacer esto. Quiero visibilizar esta tragedia, que sirva de algo.
Imágenes del 29/10/2024 al 01/11/2024. pic.twitter.com/sdRd6FKOZS
— Sergi Pinkman (@sergipinkman) November 1, 2024
La demora en el despliegue del Ejército y la falta de efectivos
Otra de las quejas recurrentes se refiere a la tardanza en el despliegue de efectivos militares para apoyar las labores de rescate y evacuación en las zonas más afectadas.
Aunque el Ejército cuenta con personal preparado y equipos para este tipo de emergencias, las órdenes de intervención tardaron en llegar, lo que generó una espera que resultó desesperante tanto para los afectados como para los rescatistas.
Los equipos de rescate, al encontrarse sin apoyo militar suficiente, comentaron que la situación era “peor de lo que esperaban” y que, con más refuerzos, se podrían haber evitado algunas muertes y daños.
VOX, donde Santiago Abascal ha movilizado a todo el mundo, reclama un “despliegue total del Ejército” y exige respuestas claras sobre por qué no se dieron órdenes oportunas para la movilización de soldados, quienes, según indicaron varios testigos, estaban listos pero sin autorización para actuar.
La falta de una cadena de mando clara y de un responsable único ha sido, para muchos, un agravante en esta tragedia.
Otra prueba de que el Gobierno prefiere hundir Valencia si con ello hunde al PP que ayudar a españoles agonizando. Hace falta tener poca vergüenza para decir que esto es cosa de Valencia y el Estado no pinta mucho. pic.twitter.com/bTBe9jSkkU
— Antonio Naranjo (@AntonioRNaranjo) November 1, 2024
Información previa no utilizada y las consecuencias
Uno de los datos que más ha indignado a la sociedad y a los familiares de las víctimas es que el Gobierno central sabía con al menos seis horas de anticipación sobre la llegada de lluvias torrenciales y posibles riadas.
A pesar de esta información de Okdiario, las medidas preventivas no se implementaron con la urgencia necesaria.
Los ciudadanos han cuestionado por qué, si existía conocimiento de la magnitud del fenómeno, no se adoptaron medidas más estrictas y por qué no se comunicó con claridad el riesgo a las comunidades en peligro.
La falta de anticipación ha sido, según numerosos testimonios, uno de los factores determinantes en el alto número de víctimas y en la magnitud de los daños.
La percepción general es que se podría haber actuado con mayor rapidez, especialmente cuando se disponía de información detallada y tiempo para preparar una respuesta.
Donde están ahora los ecologistas que impiden limpiar los cauces de los ríos y los montes??.
Putos asesinos de mierda. Esperemos q sigáis escondidos como ahora, de por vida. HDLGP. pic.twitter.com/AY0Gt6ixBx— Thomy GaRo. (@Thomy200261) November 1, 2024
El peso de las críticas en el plano político
La situación ha repercutido directamente en el ámbito político, con líderes de distintos partidos solicitando explicaciones y señalando a Sánchez como el máximo responsable de la “chapuza” en la gestión del desastre.
La polémica en torno a esta catástrofe ha dado lugar a un debate sobre la descentralización de competencias y sobre si el Gobierno central debería asumir un papel más activo en situaciones de emergencia, especialmente cuando los recursos locales no son suficientes.
Feijóo y Abascal han instado al Ejecutivo Frankenstein a revisar los protocolos de actuación y a considerar la centralización de la respuesta ante catástrofes de gran magnitud.
Consideran que es fundamental establecer un mando único que facilite una respuesta ágil y eficaz, sin demoras ni confusiones en la comunicación y en la distribución de recursos.
La tragedia en Valencia y la penosa respuesta gubernamental han puesto de relieve la necesidad de replantearse el sistema de gestión de emergencias en España.
Los analistas apuntan a la importancia de revisar los protocolos de actuación y de mejorar la cooperación entre los diferentes niveles de gobierno.
La fragmentación en la toma de decisiones y la falta de comunicación efectiva entre las autoridades central y autonómica han sido factores que muchos consideran inadmisibles en una situación de este tipo.
QUE SE ENTERE TODA ESPAÑA pic.twitter.com/4vMmTPDjuz
— Willy Tolerdo (@WillyTolerdoo) November 1, 2024
Además, este episodio subraya la importancia de activar los recursos de emergencia, como el PLEGEM, sin importar la magnitud o el alcance inicial de la crisis.
La falta de preparación y la demora en la respuesta han dejado una lección clara: es fundamental establecer una cadena de mando sólida y definir responsabilidades desde el primer momento para evitar que los ciudadanos queden a merced de la descoordinación.