El muro de la presa que ocasionó el desastre ecológico de Hungría está a punto de venirse abajo y desatar una segunda oleada de barro tóxico. El Gobierno húngaro ha abandonado el discurso triunfalista de hace tres días («la situación está bajo control», llegó a decir el primer ministro, Viktor Orban) para reconocer que el panorama es desolador …
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