FUE DURANTE EL VIAJE INAUGURAL DEL AVE A MURCIA

Alfonso Ussía desvela una tensa charla en la que Felipe VI puso en su sitio a Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno socialcomunista pretendía que Juan Carlos I no viajara a España en febrero de 2023 y el monarca actual le tuvo que recordar lo obvio

Alfonso Ussía.
Alfonso Ussía.

El escritor y periodista Alfonso Ussía contó con pelos y señales la conversación que mantuvieron en el AVE con destino a Murcia el rey Felipe VI y Pedro Sánchez a cuenta del próximo viaje del emérito, Juan Carlos I, a España. La charla, asegura, fue creciendo en tensión al ver el presidente del Gobierno socialcomunista como el monarca le echaba por tierra todos los argumentos para intentar impedir la nueva visita del anterior Jefe del Estado. Esta fue la noticia más leída esta semana del 26 de diciembre de 2022 al 1 de enero de 2023 en Periodista Digital.

Alta tensión la vivida en el trayecto inaugural del AVE a Murcia.

El genial Alfonso Ussía cuenta este 26 de diciembre de 2022 una jugosa, a la par que áspera, conversación que tuvieron el monarca Felipe VI con Pedro Sánchez a cuenta del viaje que el rey emérito, Juan Carlos I, tiene previsto realizar en febrero de 2023 a España.

Según desvela el columnista de El Debate, el grado de crispación del inquilino de La Moncloa fue in crescendo a medida que el monarca le iba poniendo en su sitio.

Y es que las cosas empezaron muy torcidas para ‘su sanchidad’ en un acto en el que él quiso tener todo el protagonismo:

En la estación de Chamartín el presidente del Gobierno, Pedro Hortérez , conocido en el gremio de la sastrería a medida como el Berenjenas, se propuso ningunear al Rey. Se lo propuso y lo consiguió. Le molestó que el público viajero que aguardaba la salida de sus trenes en el vestíbulo en obras de la estación de Chamartín dedicara al presidente Hortérez un monumental abucheo mezclado con gritos de repulsa, y ovacionara al Rey. En el andén, Hortérez adelantó al Rey, cerró su paso para saludar a un señor bajito que andaba por ahí, y embarcó en el tren antes que el Rey, lo cual demuestra que en las saunas se pierden kilos pero no se gana en educación.

Además, a Sánchez le había sentado como una patada en la boca del estómago la ausencia de la presidenta de la Comisión Europea:

El protocolo sentó al Rey al lado de Hortérez y frente a ellos, a la ministra de Transportes-Almudena Grandes y al presidente de la Comunidad de Murcia. Hortérez estaba torcido, sesgado, melancólico de ánimo, porque a última hora su cómplice en la Comisión Europea, la rubia y sonriente empleada de George Soros, Úrsula Von der Leyden, no consideró oportuna su presencia en tan magno acontecimiento ferroviario, y Hortérez sin Úrsula, sufre en demasía.

«El rey emérito está en su derecho de entrar y salir de España»

Y aquí viene lo trascendental del asunto, la charla privada entre el Rey y el presidente socialcomunista:

Llegado el tren inaugural a la estación de Cuenca-Fernando Zóbel, se dice, se cuenta y se asegura, que el Rey sugirió a Hortérez hacer un aparte para conversar de un asunto privado, que no es tan privado porque afecta a millones de españoles. En esa conversación, breve y directa, el Rey comunicó a Hortérez que su padre, el Rey exiliado Juan Carlos I, tenía planeado viajar a España en los primeros días del mes de febrero, y por su parte –la parte del Rey–, no existía inconveniente alguno en satisfacer a su padre. –No tiene ningún asunto pendiente con la Justicia, y como todo español, está en su derecho de entrar y salir de España cuando lo considere oportuno–.

Sánchez, en un alarde de prepotencia, quiso reeditar con Felipe VI su famoso ‘no es no’ que tantas veces le espetó a Mariano Rajoy cuando este buscaba ser investido presidente del Gobierno tras las elecciones del 26 de junio de 2016:

Al presidente Hortérez no le agradó la noticia. Y le recomendó al Rey que menguara su optimismo. –Mientras yo sea el presidente del Gobierno, el Rey Juan Carlos tiene prohibido su retorno a España. Y además, tiene pendiente la querella de Corina en Londres–; –Que yo sepa, esa querella la ha perdido la señora Larsen–; –Pues mi respuesta es ‘No’. Un ‘No’ rotundo–.

Sin embargo, el monarca español fue contundente y le recordó una obviedad como un piano de grande:

El Rey le recordó a Hortérez que la decisión de volver o no a España dependía exclusivamente de su padre, y que ningún español, de acuerdo con la Constitución de 1978, puede verse privado de vivir en su Patria. Hortérez zanjó la conversación. Pero la última palabra la tuvo el Rey. –Es mi padre el que tiene que decidir si es conveniente volver a España. Su situación, en este momento, es consecuencia de una injusticia.

De vuelta a sus asientos, los más cercanos a ellos, dedujeron que la charla entre el Rey y Hortérez no había sido de las más agradables. Muchos ojos la siguieron a distancia, y algún oído captó parte de ella. En el vagón, más tensión que júbilo. Y el tren llegó a Murcia con algunos minutos de retraso. Me aseguran que así fue. Yo me limito a narrarlo.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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