En la España actual, donde la política y el periodismo parecen ir siempre de la mano (y a veces de la cintura), pocas historias han resultado tan jugosas como la que protagonizan Jordi Évole, su pareja Anna Gabriel —exdirigente de la CUP— y el socialista Santos Cerdán. La combinación de amistad, relaciones sentimentales y necesidades judiciales ha dado pie a un culebrón que bien podría haber firmado el propio Évole para un especial de Lo de Évole.
La noticia saltó recientemente: según informaciones contrastadas, Jordi Évole gestionó el abogado para su amigo Santos Cerdán a través de Anna Gabriel. No es un detalle menor.
La exdiputada antisistema, afincada en Ginebra tras su huida de la justicia española por el ‘procés’, mantiene una relación sentimental con el periodista desde hace al menos cuatro años. El propio entorno ha confirmado que ambos han llevado su noviazgo con discreción, aunque en las últimas semanas han sido vistos juntos en público —cómo no, en las fiestas mayores del pueblo natal de Gabriel—.
Santos Cerdán: del PSOE a Soto del Real
La figura clave de este triángulo es Santos Cerdán, hasta hace unos días secretario de Organización del PSOE y mano derecha de Pedro Sánchez. Su caída ha sido tan fulgurante como inesperada: dimitió tras verse salpicado por el informe policial que le vincula con supuestas comisiones ilegales en adjudicaciones públicas dentro del llamado ‘caso Koldo’. La entrada en prisión provisional ha generado un terremoto político y mediático, alimentando debates sobre corrupción, ética y lealtades en el seno socialista.
No es ningún secreto que Jordi Évole mantenía una excelente relación con Cerdán. El periodista le dedicó incluso una columna elogiosa en La Vanguardia, llegando a proponer que pusieran su nombre a una calle catalana por su papel negociador con los independentistas. Sin embargo, ante el escándalo, Évole no ha dudado en reconocer públicamente su decepción: “Confié en él… Era austeridad pura y dura… Me la coló”, confesaba atónito en una reciente entrevista radiofónica.
La gestión del abogado: ¿favor personal o tráfico de influencias?
El episodio concreto que ha hecho saltar las alarmas es la intervención de Évole para ayudar a Cerdán a buscar defensa legal. El periodista recurrió a Anna Gabriel —licenciada en Derecho— para gestionar el contacto con un abogado especializado. Este gesto ha abierto interrogantes sobre si estamos ante una mera muestra de solidaridad entre amigos o ante un ejemplo más de cómo los círculos personales pueden facilitar favores en los entornos más influyentes del país.
Aunque no existe ninguna prueba pública de ilegalidad o tráfico de influencias, el caso reaviva un viejo debate sobre los límites éticos del periodismo cuando se difuminan las fronteras entre la vida privada y las responsabilidades profesionales.
El papel mediático: elogios, reproches y redes encendidas
Las reacciones no se han hecho esperar. Desde sectores críticos se acusa a Évole de blanquear durante años a figuras del PSOE implicadas ahora en casos judiciales. Incluso personalidades públicas como Alfonso Reyes han ironizado sobre su defensa pública del dirigente socialista tras conocerse su ingreso en prisión: “La inauguran hoy en Soto del Real”, comentaba mordazmente aludiendo a la columna donde Évole proponía una calle para Cerdán.
El propio periodista ha matizado sus elogios pasados asegurando que nunca imaginó que Cerdán pudiera verse envuelto en un escándalo semejante. En declaraciones recientes insiste: “Me dicen que además está robando… no me lo creo. Un tío con ese talante, voluntad de hacer política, sentarse, escuchar…”. Pero admite estar aún “en shock” ante los hechos conocidos.
Consecuencias políticas y curiosidades
- El escándalo ha debilitado gravemente al núcleo duro del PSOE y avivado la crisis interna del partido.
- Se reabre el debate sobre la independencia del periodismo cuando existen vínculos personales tan directos con protagonistas políticos.
- El caso ilustra cómo los contactos sentimentales pueden tener ramificaciones inesperadas en ámbitos tan sensibles como la justicia penal.
- En clave anecdótica: Anna Gabriel huyó a Suiza tras ser investigada por rebelión; ahora vuelve ocasionalmente para visitar a Évole… ¡y gestionar abogados!
- Jordi Évole pasa así de proponer calles honoríficas a gestionar defensas legales exprés —todo ello mientras sigue siendo una figura clave para Atresmedia y un habitual generador de debates nacionales.
En definitiva, España nunca deja indiferente cuando se mezclan política, periodismo… y un poco (o mucho) de corazón. Y si no, pregúntenle al próximo invitado de Lo de Évole.