Sostres y Rosa Montero coinciden en apoyar la custodia compartida
Desde su primer número en 1976, El País ha sido partidario del credo del europeísmo y ha tratado de convertirnos a todos a él, con éxito. Todo sacrificio, toda humillación, todo atropello tenía que soportarse. Ahora, en cambio, El País es la quinta columna en España de quienes en Nueva York y Londres desean la destrucción de la moneda única.
Al día siguiente de que el Gobierno de Rajoy presentase la solicitud de rescate en Bruselas, la página Elpais.com publica la deposición de Krugman. ¿Cómo se atreve Krugman a criticar la deuda de la Eurozona cuando la de Estados Unidos es muchísimo mayor? ¿Por qué El País pone en su portada a quien exige reformas radicales en España a la vez que su línea editorial es contraria a ellas?
¿Participa El País, por interés de su propietario, el Fondo Liberty, en la campaña anglosajona para liquidar a los rivales del dólar y de la libra esterlina? Creo que los lectores de El País merecen saber la verdad.
En La Vanguardia, el millonario Miquel Roca denuncia a «la gente que no quiere que vayamos bien»:
«Y ahora podemos añadir que el combate es contra el euro, por quienes no quieren ni les interesa que se consolide el proyecto europeo.»
Cambiemos de tema. Dos columnistas de El País y El Mundo coinciden en elogiar una de las pocas medidas tomadas por el Gobierno del PP para alterar la ideología feminista impuesta por Zapatero. Rosa Montero y Salvador Sostres coinciden en elogiar la introducción de la custodia compartida de los hijos. Las columnas tienen el mismo título, con la diferencia del número gramatical: ‘Padres’ y ‘Padre’.
Rosa Montero:
«Para mi asombro, muchas mujeres y en general la izquierda se han declarado en contra, como si la custodia materna fuera algo progresista. (…) Superemos los prejuicios y reconozcamos estas obviedades: los niños necesitan a sus padres y a sus madres. Los hijos no deberían ser munición de ataque. Los padres tienen el derecho y el deber de ser padres.»
Salvador Sostres:
«Nuestra ley trata hoy al hombre como a un presunto criminal y a la mujer como a presunta víctima. (…) Separar a un hijo de su padre es un crimen que se ha practicado de una forma generalizada en los últimos años en España; un crimen que se ha perpetrado con la complicidad de jueces que, por ideología o por miedo, han sido manifiestamente injustos e inusualmente crueles.»
Antonio Gala dedica su billete ‘mundano’ a Alberto Ruiz Gallardón, pero para burlarse de sus reformas. ¿También de ésta?
Víctor de la Serna se las ingenia para sacar petróleo del enfado de Sara Carbonero por las críticas a su trabajo. Casi no sé que párrafos recomendar, porque la columna entera, ‘No es para tanto, Sara’, es impagable.
«Echaba este cronista un vistazo a las noticias más leídas del día en ElMundo.es y se encontraba con ésta en cabeza: ‘Sara Carbonero responde a las críticas’. Que paren las rotativas. (…) El cachondeo en Twitter afecta tanto a periodistas hombres como a mujeres, y este caso no es más grave que otros muchos, pero sirve para distraer la atención. (¡Ah! Y Carbonero entrevista mucho mejor que el ínclito Juanma Castaño, el de la obsesiva «recuperación de la identidad»).»
Casimiro García-Abadillo nos anticipa que Mariano Rajoy puede anunciar la subida del IVA a finales de julio o ya en agosto. Y Hermann Tertsch, en ABC, nos expone las diferencias entre Polonia y Ucrania, asoladas ambas por Hitler y Stalin.
LA HIPOCRESÍA DEL PROTESTANTE CÉSAR VIDAL
El que parece que es el único protestante español, César Vidal, elogia la exposición sobre el asesinato del general Prim en la Universidad Camilo José Cela para, de pronto, arremeter contra un competidor:
«¿Qué más me da a mí que una conocida lesbiana casada heterosexualmente esté en las páginas de una piadosa web cuyo director me lee con atención y coloca comentarios fanáticamente agresivos al pie de mis artículos?»
Ha habido respuesta por parte de uno de los aludidos: Luis Fernando Pérez Bustamante, antiguo amigo y correligionario de Vidal, y director de Infocatólica.
«Creo que es hora de que nos planteemos qué hacer con este señor, que lanza una acusación de esa naturaleza desde un portal de la potencia mediática de Libertad Digital. Eso de tirar la piedra y esconder la mano es de cobardes. De momento he hablado con una de las mujeres que escribe en el portal y está con un ataque de risa -me ha pedido que lo diga-, aunque yo creo que maldita la gracia que tiene que acabes siendo ‘sospechoso’ de algo porque un sujeto así suelte esa acusación en un medio de comunicación importante.»
La crisis política en Paraguay apenas ha provocado comentarios y columnas. Comprensible. Estamos con los ojos clavados en Bruselas y Ucrania. En Libertad Digital, Pedro F. Barbadillo se pregunta si el poder de un presidente carece de límites:
«Si, como pretenden numerosos presidentes iberoamericanos y hasta el PSOE, no es democrático ni legítimo que un Parlamento escogido en votación libre pueda juzgar y destituir a un presidente de acuerdo con la Constitución nacional, ¿no estamos ante la erección de un Ejecutivo omnipotente, sin ningún límite, ante un rey absoluto?»
La tontería del día corresponde a la señora viuda de Mariano Rubio Carmen Posadas. En ABC le han dado la Tercera para que escriba sobre los efectos del libro electrónico en la literatura, y concluye con la frase más tópica de los consultores:
«Dicho de otro modo, se trata de un reto, sí, pero sobre todo de una grandísima oportunidad».