Arranca la semana el 22 de abril de 2013 con una macedonia de temas en las secciones de opinión de la prensa de papel. Hay algunos artículo interesantes o, al menos, llamativos de los que vamos a dar cuenta en este repaso a las columnas. Y, menos mal que se dan esos destellos, porque en general están bastante flojos los opinadores de los periódicos en esta jornada. Antes de entrar a fondo adelantamos que una de las columnistas de nómina de El País propone como solución que los españoles seamos pobres fuera del euro, mientras que en la contraportada de El Mundo nos encontramos con un Raúl del Pozo que se mete a comentar las guerras mediáticas del PSOE y sus aledaños periodísticos.
Arranquemos con El País y su columnista de contraportada de los lunes, una Almudena Grandes que casi nunca defrauda a quien busca alguna salida de tono. En ¿Y si nos vamos? se mete a analizar y criticar el FMI, lo mezlca con una pizca de Bárcenas, un puñadito de Torres y concluye con una propuesta que nada tiene que ver con lo que comentaba con anterioridad:
¿Qué pasaría si decidiéramos divorciarnos, salir del euro, incluso de la UE? Si empezamos de cero, al menos seremos pobres por nosotros mismos, y no para que otros se forren con nuestra pobreza. ¿Es eso lo que teme el FMI?
A estas alturas de la película este humilde lector de columnas había oído y leído todo tipo de argumentos, la mayor parte de ellos incapaces de soportar un análisis serio, para defender la salida de España del euro. Pero esta idea de que fuera de la moneda común y de la UE seremos pobres pero «por nosotros mismos» es realmente nuevo. Es como esos que justifican a ciertas dictaduras diciendo que el país al que someten es pobre pero digno. Algo absurdo. De paso, por favor, que alguien le explique a Grandes de la UE y el FMI no son lo mismo. Concluye esta columnista:
Soy consciente de que a lo peor acabo de escribir una burrada, pero tampoco resultaría tan grave. Otras han comparado los escraches con el nazismo, y no dimiten ni a la de tres.
Buena estrategia de escape. Pero una burrada es una burrada aunque otra persona haya soltado otra igual o mayor.
Pasamos ahora a La Razón, donde Ángela Vallvey escribe una columna digna de destacar. Es uno de esos breves ensayos con forma de artículo de periódico que de vez en cuando nos regala la prensa española. La escritora analiza las raíces en España de eso que Friedrich Hayek llamó ‘socialistas de todos los partidos’ –Vallvey no usa esa expresión– y critica la fuerte presión fiscal que sufrimos en nuestro país. Cordero fiscal arranca:
Históricamente la mentalidad política española es fruto del cruce, la mezcla o el enfrentamiento, de tres socialismos de honda raigambre hispana: 1) un socialismo marxista, que proviene del comunismo, 2) el socialismo que desciende del obrerismo fascista, 3) el socialismo de origen cristiano, que puede comunicarse con los dos anteriores mediante clericalismo y/o anticlericalismo. Así, es lógico que exista la tendencia a exprimir con impuestos directos a una parte del cuerpo social -que no puede «evadirse» de ninguna manera-, y/o a varearnos a todos con impuestos indirectos.
Dice que con la excusa del reparto de la «justicia social» los ciudadanos «pagamos hasta por parpadear». Añade:
Pero quien parte y reparte se lleva la mejor parte, y los casos de incompetencia y/o corrupción institucional son ejemplo en tasa viva de que no siempre funciona esa justicia distributiva de bienes terrenales que debería ejercer el fisco, del que la mentalidad mayoritaria española tanto espera.
Sostiene que el resto de Europa es tan socialista «por varias ramas parentelas» como España. Concluye:
Mientras Europa mantiene descarados paraísos fiscales (Gran Bretaña y Gibraltar o sus islas del Canal, la simpática Irlanda que no cobra impuestos a escritores y artistas, Luxemburgo y sus sepa Dios qué almacenados en bancos impenetrables…), mientras el paraíso fiscal existe en Europa, las autoridades competentes exigen «la persecución» del paraíso fiscal, quieren que sus agencias tributarias famélicas echen mano a ese dinerito «oculto» pero a la vez promulgan leyes que lo impiden, así que… nos crujen a los corderitos fiscales.
(Propuesta: ¿y no sería mejor que aumentasen los paraísos en vez de los infiernos fiscales…?).
Por el bien de la buena de Vallvey esperamos que Montoro ‘el malo’ no lea su artículo. Corre el riesgo de que, cabreado porque alguien ponga en duda su derecho a exprimirnos, le meta a los inspectores de Hacienda hasta en el altillo de los armarios.
El Mundo llega esta jornada con dos artículos realmente jugosos. Comencemos con el que ya adelantamos más arriba. La columna de Raúl del Pozo en la contraportada lleva por título en nombre del programa de laSexta Al rojo vivo.
Para los políticos la ideología es un rating y, como cada vez ocultan más su agorafobia, dejan a los periodistas como fuerzas de choque en las tertulias o parlamentos de juguete. Uno de los programas de pelea es Al rojo vivo de La Sexta, quizá el único espacio ascendente y emergente de centro-izquierda, que dirige Antonio García Ferreras, leonés, primer amigo de Zapatero, un gran periodista que con peluca podría parecerse a Danton, casado con la gitana-princesa de las presentadoras.
Escribe sobre algo sabido entre quienes gustan de seguir la relación entre medios y política pero que no suele comentarse en medios generalistas: la mala relación entre el actual secretario general del PSOE y laSexta:
Una de las singularidades de Al rojo vivo es que despedaza a Alfredo Pérez Rubalcaba. Esto no sería relevante si no fuera porque en el pasado Rubalcaba y Ferreras hacían juntos los programas de agitación de la Ser, ganaban casi ellos solos las elecciones, hasta que llegó el instante en que se llevaron a matar. Todo empezó en el momento en que Zapatero desafió al imperio mediático inspirando la creación de un periódico, una cadena de radio y una televisión de izquierdas. No logró su sueño, aunque dejó al grupo maltrecho para siempre.
Comenta:
Ahora, en Al rojo vivo tratan a Rubalcaba como si fuera el Mallorca, al borde del descenso, y en Ferraz dicen que éste y otros programas de La Sexta son antisistema.
Añade:
Rubalcaba piensa que Ferreras se ha vuelto loco y Ferreras cree que si Rubalcaba no tiene quien le escriba es porque ha querido repetir con La Sexta el esquema de Prisa y ha encontrado un muro infranqueable. Los del clan dicen que Alfredo tiene la piel muy fina y está a la intemperie porque ya no dicta los titulares desde el teléfono.
Termina comentando algo sobre los aspirantes a lideral el PSOE:
Alfredo sigue controlando el aparato a base de astucia e inteligencia y algunos socialistas independientes me explican que el nuevo líder surgirá fuera del parqué madrileño. «Tan negativo puede ser el apoyo a alguien, venga de Felipe, Rubalcaba o ZP».
Federico Jiménez Losantos escribe sobre uno de sus temas preferidos en estos últimos meses, la infanta Cristina, a la que llama La señora de Aizoom:
Los correos dizque soeces de Urdangarin presumiendo ante su socio de diversas fazañas sexuales son algo más que una exhibición de intimidad. En mi opinión, pueden aclarar la implicación de la Señora de Aizoon, Infanta Cristina, en lo que se juzga: los presuntos delitos que, con la Corona como escudo y Aizoon como herramienta, la pareja se embolsó, según el juez, 18 millones de euros. Eso, sin contar lo que pueden ocultar en paraísos fiscales. Hay quien dobla esa cifra pero, de momento, basta lo encontrado, que no es poco.
Concluye:
Si la Infanta aceptase las groseras expresiones de su marido siendo de dominio público podría ser por una pasión que sobrevive al escarnio o, más prosaicamente, y eso interesa sobremanera a la Justicia, por preservar su parte en lo robado. La soberbia de toda una infanta de España vejada en lo más íntimo cedería ante el interés en guardar, para sí y sus hijos, el botín. En ninguna pareja es lo mismo saber que saber que todos saben, así que flaco favor hace a la Justicia prohibir la publicación de esos correos. ¿Sensibilidad? ¿Y los bolsillos robados? Los hay sensibilísimos. Como Montoro -según decían ayer Inda y Urreiztieta- se empeñe en perdonar la deuda fiscal de la Señora de Aizoon, se enterará de lo sensibles que son.