No falla la ración habitual de Cataluña en las tribunas de opinión de la prensa de papel de este 13 de diciembre de 2017, a una semana de la atípica jornada de reflexión de las elecciones catalanas del 21-D.
Pero también se cuelan en las columnas y editoriales el homicidio de un motero por el simple hecho de llevar como complemento unos tirantes con la bandera española.
Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, se muestra duro con el alcalde de Zaragoza, el podemita Santisteve, por ignorar esta acción criminal y pasar de dedicarle ni cinco minutos de luto:
Pese al empeño del Gobierno en no facilitar los datos de uno de los asesinos de Víctor Laínez, el motero del grupo Los Templarios y ex legionario catalán, nacido en Tarrasa (Barcelona) pero que vivía desde hacía años en Zaragoza, ayer dio a conocer El Periódico de Aragón el nombre de uno de los dos asesinos: Rodrigo Lanza, chileno avecindado en España, del grupo Zaragoza Antifascista, las Juventudes Libertarias y el grupo okupa Kike Mir, que según diversos medios es el favorito del alcalde podemita Santisteve, como el Patio Maravillas del antisemita Zapata lo es del Ayuntamiento de Carmena. Laínez murió tras ser golpeado por la espalda con un objeto metálico y pateado en la cabeza por los criminales, que lo dejaron en coma irreversible el viernes. Falleció ayer.
Si Laínez hubiera sido de la Esquerra o de la CUP y hubiera llevado tirantes estelats, habría tres días de luto oficial en Zaragoza. Como lo han matado por español, ahí te pudras.
Para El Mundo, la agenda incautada al número dos de Junqueras es el reflejo del engaño a todos los catalanes:
No sabemos si la agenda de Josep Maria Jové, ex mano derecha de Oriol Junqueras, es como el bolso de Mary Poppins, del que sale de todo, tal como advirtió el diputado Girauta. Lo que sí certifica es el absoluto desprecio a la verdad que se gastaron los líderes independentistas a la hora de perpetrar sus planes a sabiendas de que engañaban a la población. La principal revelación del cuaderno hallado por la Guardia Civil no es el delirante diseño de las «estructuras de Estado», sino la constatación de que los promotores de la secesión mintieron a la sociedad catalana, a la que han abocado a la fractura social y el desastre económico. No sólo han estafado a los catalanes: se han mofado de su credulidad, los han enfrentado entre sí y los han empobrecido.
Antonio Burgos, en ABC, critica que la TV3 haya ocultado los porrazos que los Mossos dieron en Lleida a cuperos y antisistemas que se oponían al traslado del tesoro de Sijena:
Si son los mozos de escuadra quienes aplican la ley contra los violentos manifestantes de la CUP, entonces son la policía militarizada por el 155 desde el odiado Madrid de la España que nos roba… casi tanto como la familia Pujol. Los mozos, entonces, ya no son de los nuestros. Son de Zoido. Y ni siquiera son mozos, que se enteren: son la policía militarizada del 155, por lo que no deben salir para nada en la tele largando fiesta. Faltaría más…
Luis Ventoso recuerda a los separatistas que creerse sus propias mentiras no implica que la realidad vaya a ajustarse a sus aviesos y tramposos deseos:
Los separatistas se creyeron su propaganda. Llegaron a pensar que España era Burkina Faso. Olvidaron que se enfrentaban a una de las naciones más antiguas del planeta, a un país de la UE y a un importante aliado militar de Estados Unidos. Una democracia sólida, con una economía que lleva tres años creciendo por encima del 3%. La gran broma deja muchas sonrisas congeladas. Repasemos a los héroes de octubre, los del temible choque de trenes: Junqueras, en la trena y pasando de moda; Puigdemont, prófugo y flipado; Forcadell renegando de la causa para esquivar el trullo; Trapero, pegando pólizas en un cuartelillo; Mas, viendo volar el pisazo. ¡Oh, asombro!: España existía y la justicia, también.
Pedro Narváez en La Razón se parte la caja con la última salida del armario del independentismo catalán:
Desde el universo indepe, en su Springfield particular, todo se ve de color amarillo, la mejor manera de llamar la atención. Faltaba Colau de bisexual enamorada para completar el «casting». Los Simpsons no sólo presagiaron el fin del mundo sino que también adelantaron la DUI. Marta Rovira en el papel de la loca llorosa de los gatos. Junqueras como el vendedor de cómics, Iceta bailando tal que psicodélico anclado en los setenta. Los de la CUP turnándose como el conductor drogata del autobús escolar… los soberanistas y sus satélites más o menos lejanos se han convertido en unos dibujos animados que, como el propio Homer, no se avergüenzan de ser gañanes.