Tres horas largas, un poco menos que el tiempo que pasó con Luis Bárcenas, el extesorero del PP, se tiró Pedrojota Ramírez en el Congreso de los Diputados en la Comisión de Investigación por la presunta financiación irregular del PP durante la tarde del 23 de enero de 2018.
El exdirector de El Mundo, hoy fundador y director de El Español, quería pasar factura al actual Gobierno de Mariano Rajoy y le acusó de vetarle en las tertulias, destituirle como máximo responsable de la redacción de El Mundo y además de ayudar a La Razón.
A partir de esa declaración de guerra del presidente del Gobierno en sede parlamentaria [el 1 de agosto de 2013] se sucedieron una serie de gestos de hostilidad por una parte de dirigentes del PP. El ministro García Margallo anuló abruptamente su participación en un foro sobre la marca España, causa noble donde las haya, organizada por el periódico El Mundo. La secretaria general del PP declaró ante el juez Ruz de manera deliberada que ‘yo no leo el periódico El Mundo’ y hay que decir que una parte muy importante de nuestros lectores eran votantes del PP, pues no en vano en las siete elecciones generales que habían tenido lugar desde la fundación del periódico se había pedido el voto para el PP.
Añadía Pedrojota que:
A continuación se produjo el boicot inaudito y que a mí me resulta todavía difícil de entender que el Gobierno de Rajoy se pudiera comportar de esa manera. Por primera vez en doce años el Gobierno boicoteó la entrega de los Premios Internacionales de Periodismo en memoria de tres mártires de la libertad de prensa como José Luis López de la Calle, Julio Fuentes y Julio Anguita Parrado.
Subrayó que esa presión no pasó ni tan siquiera con Zapatero:
En los momentos más duros de confrontación con el Gobierno de Zapatero a propósito de asuntos desgarradores como la negociación con ETA nunca dejó de asistir el presidente o la vicepresidenta o un ministro importante. Ese boicot, unido a todo lo anterior, fueron perfectamente entendidos.
Y dejaba claro que el Gobierno de Rajoy había optado por acorralarle:
A mis oídos han llegado reuniones en los despachos del vicepresidente y de la vicepresidenta con altos empresarios españoles. Del resultado de esas presuntas gestiones hay una prueba inequívoca en el observatorio de la prensa diaria. En el primer semestre de 2013 la inversión publicitaria en el diario El Mundo tuvo la misma caída que en nuestros competidores directos. Bueno, había uno que era el diario La Razón al que siempre le iba muy bien, mucho mejor que a todos los demás, pero tampoco lo considerábamos un competidor directo, nos medíamos más con ABC y El País. En el segundo semestre de 2013, después de que se produce la denuncia pública del señor Rajoy y esos gestos de hostilidad, la caída de la inversión publicitaria es de seis a ocho puntos más en El Mundo que en la del resto de competidores, se produce mi destitución en el mes de enero de 2014 y en el primer semestre de ese año se restablece la paridad en el comportamiento de la inversión publicitaria.
Sobre el presidente de La Razón, Mauricio Casals, no dudaba tampoco en arremeter contra él y los tratos de favor que el Gobierno de Rajoy le ha brindado, amén del boicot en los medios:
Lo que creo que es mucho más grave lo que está pasando en España con las televisiones. En España hay libertad de prensa, pero no hay libertad de televisión y remítanse ustedes mañana, por casualidad, a ver cuál es el tratamiento que esta comparecencia recibe en las principales cadenas. Tenemos una cadena pública presidida por alguien que alardea de tener un carnet del PP y a fe que ejerce como tal un día y otro día. Y luego tenemos unas cadenas privadas que son fruto de concesiones al amparo del principio del interés general y en cuyo pliego de condiciones se incluye el cumplimiento de valores constitucionales como el pluralismo. Yo no voy a hacer una jeremiada quejándome del boicot, de la marginación del maltrato que puedo recibir o que El Español está recibiendo desde que nació.
Pero sí quiero llamarles la atención sobre el hecho de que, en el caso de uno de los dos grupos concesionarios y a los que se ha permitido acumular dos de las más importantes licencias de cadenas de televisión, el factótum editorial de ese grupo es uno de los intermediarios del caso Bárcenas, me estoy refiriendo al señor Mauricio Casals. Evidentemente, uno de los intocables que hay en este país.