El pasado fin de semana Ciudadanos quiso hacer un acto de campaña en una localidad tan señalada como Rentería (Bilbao). Y claro, pasó de todo. Aquí una muestra que sobrecoge:
Así ha sido nuestra salida de Rentería en el acto de @CiudadanosCs. Gracias @ertzaintzaEJGV por protegernos. Seguiremos defendiendo la libertad en cualquier rincón de España.
Gracias Savater, @joanmesquida62, @maitepagaza y @Albert_Rivera por vuestra valentía #VamosPorLaLibertad pic.twitter.com/9O92eDdTv3— Alberto Bonilla ?? (@abonillaz) 14 de abril de 2019
Pues sin duda lo peor que sucedió no fue esto, sino lo que vino después: hay partidos y políticos que no han estado por la labor de algo tan simple y necesario como condenar cuando exaltados filoterroristas acosan a políticos en el ejercicio de su libertad.
El caso más flagrante fue el de Pablo Echenique, probablemente uno de los más peligrosos de Podemos, ruin como pocos. El miserable Echenique alcanza cuotas de indignidad jamás vistas al asegurar que Rivera fue a Rentería a incendiar la convivencia de los pueblos.
Pero no ha sido el único, y por ello el líder de Ciudadanos en Valencia, Toni Cantó, tenía un cabreo de aúpa en su intervención en Espejo Público de Antena3 ya en esta mañana de 15 de abril de 2019. Fue brutal y sin pelos en la lengua:
Quien dice que fuimos a provocar para mí es un sinvergüenza. Perdonadme que hable de una manera tan sentida, pero quien dice eso, y se lo he leído a Echenique pero también al PSOE cuando fuimos a Alsasua, decir que íbamos a crispar. Y se lo he oído en el Congreso, a Batet y otros socialistas, decir que vamos provocando en Cataluña. Esto es de indeseables.
Yo sentí profundamente no poder estar con mis compañeros peleando en un lugar donde hay que recuperar un espacio de democracia. El PSOE y algunas veces el PP se han retirado de algunos lugares de España, donde se homenajea a asesinos etarras, y también de algunos lugares como Cataluña. Y es una vergüenza que sean así de cobardes.
Todavía le quedó tiempo, además al de Ciudadanos, para vivir un enfrentamiento de lo más absurdo por parte de su interlocutora, la siempre ávida de ‘casito’, Elisa Beni:
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