Nuevo susto en el plató de ‘El Intermedio’ tras un nuevo ataque de cataplexia de Jordi Évole, algo que no es la primera vez que le ocurre en pleno directo.
En esta ocasión, Évole visitaba a Wyoming para hablar del regreso de ‘Lo de Évole’, que este domingo 3 de octubre vuelve a la pequeña pantalla con una entrevista a Iván Redondo.
Al finalizar el espacio, y tras haber confesado que había evitado hacer reír al reportero catalán para evitar líos, Wyoming hizo una broma contra VOX que desencadenó todo.
«VOX no quiere que a las albóndigas veganas se les llame como tal porque dicen que hay que llamar a las cosas por su nombre», comentaba el presentador. «Esta gente pensando en los verdaderos problemas del país, hay que agradecérselo a la extrema derecha. Y ya de paso, que la RAE establezca que a las croquetas se les pueda llamar ‘cocretas'».
Tras recordarle que eso ya estaría aceptado, Wyoming hizo el alegato: «Yo no te falto, si es que vienes aquí y me dicen que te trate con extremo cuidado, no sea que te vaya a dar un pasmo. Que si este hombre tiene familia, que si le da otro ataque, la responsabilidad de que tienes contrato con laSexta. No me traigáis niños burbuja, macho». Y se lió, ya no había vuelta atrás:
«Coño Jordi, que me vas a joder el programa. Por favor, que entre el Samur»
¿Sabes qué es la cataplexia, la rara dolencia que afecta a Évole?
La cataplexia o cataplejía se caracteriza por episodios transitorios de debilidad muscular que, normalmente, se producen como consecuencia de esfuerzos físicos o emociones intensas e inesperadas, por ejemplo, cuando una persona se ríe mucho, siente pánico, enfado o llora. La flojera muscular puede manifestarse como algo liviano, como la relajación de rodillas y mandíbula, la caída de los párpados, o como algo más rotundo, como el colapso del organismo o parálisis transitoria que hace que el individuo pueda caer súbitamente al suelo o que sufra accidentes, por ejemplo si en ese momento conduce un vehículo.
La cataplexia es un problema neurológico para el que no hay cura y que está asociado a la narcolepsia, que es un trastorno del sueño que afecta al 1% de la población mundial y que se caracteriza por sucesivos ataques de sueño o deseo incontrolable de dormir. En muchos casos hay un componente genético.
Cuando hay cataplexia casi siempre es por un déficit de la hormona hipocretina (otra característica fundamental de la narcolepsia). No hay que confundir ambos trastornos: durante la cataplexia la persona siempre mantiene plena consciencia (si bien podría llegar a quedarse dormida brevemente como consecuencia de la relajación puntual).
Normalmente, los episodios de cataplexia son muy cortos, en la mayoría de casos de menos de dos minutos. Durante este tiempo, a veces la persona tiene dificultad para pronunciar palabras y suele aparecer la visión borrosa o doble. De media, las personas con este trastorno sufren varios episodios a la semana, si bien a algunas les pasa varias veces al día.
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