Es tan chapucera y tan sectaria que hace aguas por todos los lados.
Y en esta caso, nunca mejor dicho lo de hacer aguas por todos los lados porque han bastado unos pocos segundos de un conocido reality para hundir engendro legal de Irene Montero.
Lo cierto es que está circulando por las redes sociales un fragmento de ‘La isla de las tentaciones’ (Telecinco) que deja en un pésimo lugar a la responsable de Igualdad con su matraca del solo sí es sí.
En la secuencia del citado programa se ve el inicio de una relación íntima entre dos de los concursantes. El chico le pide a su acompañante, María, que pare hasta en tres ocasiones, pero ella lo tiene claro: «No quiero, David».
A ver qué dice @IreneMontero y las de la banda de la tarta de @IgualdadGob con esta escena del reality ‘La Isla de las tentaciones’ @telecincoes. El chico le pide hasta en 3 veces a María que no quiere hacer el amor y ella sigue a lo suyo. ¿Y el solo sí es sí dónde está? pic.twitter.com/TrlPAFt8AJ
— Tertulianadastelevisivas (@Tertulianadast1) February 8, 2023
El consentimiento
Visto lo visto, está claro que el discurso de los podemitas, el famoso consentimiento, brilla por su ausencia en esos segundos de grabación.
Si llega a ser al revés, que es el concursante masculino el que hiciera oídos sordos a las súplicas de la chica, ya saldrían las de la banda de la tarta a poner el grito en el cielo y a pedir no solo cárcel para el joven, sino también una fuerte sanción para la cadena por tolerar esas actitudes.
El concepto del consentimiento, que tanto parece importar al departamento de Irene Montero, siempre se ha encontrado en las distintas legislaciones sobre los delitos sexuales en nuestro país desde el siglo XIX. El consentimiento ya aparecía recogido en el Código Penal de 1932, en el de 1973 y en el de 1995.
Las fricciones entre PSOE y Unidas Podemos han surgido, no obstante, por otro motivo. Para los ministros socialistas la Ley estaba mal redactada desde el principio y sí era previsible que se iban a reducir condenas ya que se unificaron los tipos penales de agresión y abuso sexual, un cambio que conllevó que las horquillas de las penas bajaran en dos años.
El principio de retroactividad favorable, una de las bases del dercho romano, hace que cualquier mejora legislativa para el reo se aplique directamente. El resultado es ya conocido: 401 delicuentes sexuales han sido beneficiados.
En realidad ese es el quid de la cuestión que no le interesa al Ministerio de Igualdad y por eso se quiere desviar la atención con el consentimiento de marras.
Pero, claro, ¿el consentimiento es bidireccional o es un privilegio solo para la parte femenina? Porque viendo la famosa escena, está claro que el chaval no consiente y la otra erre que erre a estar hostigando.