Cielo hermano sensato entretejido
desvelo de pizarra pende en llaves
alargadas por sombras de carácter
de orza necesitada trepan bocas
hambrientas en las rocas de cristal.
Con pasmo mineral de luminaria
escaparate anclado en la alborada
el cereal temible de las gestas
anaranjado muro de favores
del devenir famélico aprendido.
Ensalzado de arena rebelada
del barro deslizado hasta la orilla
al calor deambulando y restringido
de las sonrisas breves y alejadas
en el ritmo viviente de los versos.
Escamas agrupadas sobre el lego
el pesar de columnas parecidas
paralizadas cumbres de las suertes
silenciosas perpetuas y serenas
cuidadosas del agua aletargadas.
Las cubiertas sinceras enfatizan
y se hermanan a diario eternamente
baten y aplanan costas arrogantes
suavizando los planos con mi aurora
totalmente despierta cuando escribe.
José Pómez
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