Amores reservados
rechazan la lectura
por ser lo que es el ser
como arboleda oblicua
sobre el entendimiento
de los derechos rotos
con alfabetizados
en reflejos y halagos.
Contigo los lugares
y el más corto de vista
escuchan muy atentos
en el valor cercano
emocionado al máximo
en las paredes lisas
de calma obligatoria
para hacer la alegría.
Con la mente portada
de la verdad alerta
visible y versionado
como en aquella miga
comadre de la espada
relacionaba copla
amateur de la vida
y el mejor de los padres.
José Pómez