Desde la roja poda en primavera
de ti se escribe de ti se aventura
qué cerca los sentidos y qué lejos
los sentimientos rotos por tu culpa.
Si acaso quedan verdes cepas mira
si es posible besar sus brotes nuevos
no hará falta ninguna otra batalla
te puedes hallar en paz de repente.
No hará falta talar más arboleda
dondequiera que tú te encuentres besa
el suelo y esas vides que nacieron
contigo después de dos días claros.
Además quién sabe los esfuerzos
por conocer escala de la aurora
certidumbre perfecta de alegría
y el tercio de partida de tartesos.
Aunque tu caminar extremo y rápido
pueda traer sufrimiento incomprendido
es esa lluvia que hace florecer
la tierra ante tus ojos bien abiertos.
Horizonte volátil donde escapa
el recodo de la roca imprecisa
el canto y los sollozos más unidos
van dibujando la derrota a tu alma.
José Pómez