La verdad sobre el caso María Teresa

La verdad sobre el caso María Teresa

El post de Santiago González, inasequible al desaliento, quien en su blog bucea en la memoría histórica de María Teresa Fernández de la Vega y descubre detalles muy curiosos. En resumen, que la vicepresidenta del Gobierno ZP, quien este jueves tomó la palabra en Paraguay para puntualizar que su padre fue un «represaliado» del franquismo, tiene más agujeros que un colador en su brillante bigrafía.

El quinto día de la visita oficial de la vicepresidenta a Iberoamérica estuvo marcado por una anécdota. El Congreso y el Senado de Paraguay se reunieron de forma solemne en el Palacio del Legislativo para abrir el Foro Internacional del Bicentenario (el aniversario de su independencia) con María Teresa Fernández de la Vega como invitada de excepción.

Pero el presentador que le cedió la palabra hizo «un breve apunte biográfico» y se limitó a presentarla como «hija de un alto funcionario del franquismo», la misma cita que figura como dato fundamental de su biografía en Wikipedia.

La vicepresidenta, sorprendida, quiso corregir esas palabras y comenzó su discurso con una rectificación:
«Para que quede en la Historia, quiero señalar que mi padre fue un represaliado del franquismo, no un alto funcionario del franquismo».

Sus palabras -según publica el diario El Mundo– provocaron sonrisas y «un aplauso que cerró el gazapo».

Afirma Santiago González que no fue gazapo:

Es verdad que Wenceslao Fernández de la Vega Lombán fue alto funcionario en la República (1937), que después fue depurado y perdió dos tramos del escalafón, pero fue rehabilitado el 11 de noviembre de 1955, día en el que el Consejo de Ministros, a propuesta del titular de Trabajo, José A. Girón de Velasco, le nombró delegado de Trabajo en Zaragoza.
Fue delegado provincial de Trabajo con el ministro que sucedió a Girón, Fermín Sanz Orrio y fue destituido por Jesús Romeo Gorría el 18 de mayo de 1963.

Tirando de hemeroteca, Santiago González monta una pieza desternillante.

Cita, por ejemplo, una entrevista hecha por Juan José Millás a De la Vega en la que se incluye en un sumario que la vicepresidenta «se licenció en derecho y en 1989 ingresó como magistrada con el número uno de su promoción».

Es público y notorio que accedió a la carrera judicial por el cuarto turno, es decir, sin oposición y sin números ordinales.

SOBRE EL PADRE DE LA VICE

En relación con la discusión sobre don Wenceslao Fernández de la Vega, creo que resulta de gran utilidad la base de datos Gaceta Histórica del BOE.

El Sr. Fernández de la Vega fue nombrado por las autoridades republicanas Delegado Provincial de Trabajo de segunda categoría de Albacete, el 16 de febrero. El de primera categoría era don Juan Echevarría Marcaida.

El BOE de 22 de enero de 1940 publica la separación definitiva del servicio de Fernández de la Vega como incurso en la letra a) del artículo 9º de la ley de 9 de febrero de 1939 ((la tristemente famosa ley de Responsabilidades Políticas).

Es por lo tanto exacto que fue depurado, tal y como dice su hija Maite. Los apartados en cuestión se referían a haber apoyado a partidos del Frente Popular y haberse opuesto al Alzamiento de forma activa. Publica el BOE del 8 de mayo de 1949, es decir, nueve años después, la anulación de la referida sanción.

Sin embargo le aplican como pena la postergación de dos años en el escalafón, que suponía perder 8 puestos en el estadillo (BOE de 14 de noviembre de 1949). El 11 de noviembre de 1955 Franco, a propuesta del Ministro de Trabajo Jesús Romeo Gorria lo nombra Delegado Provincial de Trabajo de Zaragoza.

El 18 de mayo de 1963 se publica su cese, con el mismo ministro, agradeciéndole los servicios prestados. ¿Qué se puede deducir de todo esto? Pues que como muchos españoles que tuvieron algún cargo en la zona republicana -y que en muchas ocasiones ocuparon las vacantes que dejaban los «fascistas» depurados por los «republicanos»- a Fernández de la Vega lo depuraron los «nacionales», reintegrándolo a partir de 1949.

Su caso no es distinto al del tío abuelo del presidente, Faustino Zapatero, o la tía de Rajoy, María Brey Mariño, que también fueron depurados y reintegrados. A María Brey la postergaron cinco años.

En cuanto al abuelo de Rajoy, el galleguista Enrique Rajoy Leloup, perdió para siempre su plaza en la facultad de Oviedo. Wenceslao Fernández de la Vega tuvo suerte porque «sólo» perdió dos años de antigüedad en el escalafón.

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