Después de que la Comisión Europea anunciara el viernes pasado, que el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) en Barcelona albergará uno de los próximos grandes superordenadores de Europa, el Marenostrum5, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el también en funciones ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, visitaban la sede que lo albergará.
La visita, por sorpresa, duraba apenas una hora, y se realizaba solo por las instalaciones del actual Marenostrum4 y estuvieron acompañados por Teresa Cunillera, la delegada del gobierno; Francesc Torres, rector de la Universitat Politècnica de Catalunya; y Josep Marorell, director asociado del BSC-CNS, entre otros.
Todo se ha llevado con un sorprendente secretismo. El recorrido se realizaba a puerta cerrada, sin presencia de medios de comunicación. A su salida, Sánchez evitaba realizar declaraciones a los periodistas que lo esperaban y se quedaban atónitos al no poder ‘robar’ ni siquiera un canutazo.
Pero tal secretismo estaba justificado por la operación que había diseñado La Moncloa. Según ha podido saber Periodista Digital de fuentes próximas a la Generalitat catalana, desde el gabinete de Sánchez se había realizado una llamada al president catalán para solicitarle una reunión y acercar posturas precisamente el día en el que se cerraba el juicio del ‘procés’ en el Tribunal Supremo.
Precisamente lo ‘especial’ de señalado día judicial era un gran inconveniente para el encuentro secreto entre Pedro Sánchez y Torra porque este último tenía previsto encabezar la amplia delegación independentista que se desplazaría esa mañana a Madrid para asistir en el Supremo a la última sesión del juicio…
Sin embargo, Quim Torra anunció a la delegación (su vicepresidente, Pere Aragonès, el presidente del Parlament, Roger Torrent, la portavoz del Govern, Meritxell Budó; de ERC su portavoz, Marta Vilalta, Gabriel Rufián, la eurodiputada Diana Riba y el responsable de Organización, Isaac Peraire; de JxCAT el vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa y la diputada y exconsellera, Laura Borràs) que retrasaba su viaje hasta la tarde.
Así lo hizo porque, según las fuentes consultadas, aceptó esa secreta reunión con el líder del PSOE y presidente del Gobierno. Solo ellos saben qué temas abordaron en ese encuentro pero a nadie se le escapa que en la agenda del mismo estaría la próxima sesión de investidura y el final de juicio en el Tribunal Supremo contra los golpistas. A la espera de la sentencia, que será a mediados de octubre, ¿será factible el indulto con Sánchez como presidente?