La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado las carencias que sufren los agentes que prestan servicio en el Centro Penitenciario de Fontcalent (Alicante). Carecen de aire acondicionado en las instalaciones donde realizan los turnos de seguridad y conducción de presos. El colectivo reitera además que los superiores son “plenamente conscientes” de las averías que sufren los aparatos y que los propios trabajadores están obligados a soportar “temperaturas extremas” durante sus jornadas laborales.
Los agentes pertenecientes al núcleo de servicios de la Comandancia, que ejercen sus tareas en la prisión de Fontcalent, llevan “todo el verano ejerciendo estos servicios en fechas tan calurosas en condiciones penosas” al carecer de un sistema eficiente de refrigeración. Esto provoca, tal y como denuncian, que durante las prestación se han llegado a soportar temperaturas muy elevadas, llegando a superar los 40 grados, algo que según indican los propios agentes, supone un riesgo alto para la salud de los mismos profesionales
“Lamentamos la falta de sensibilidad por parte de quien está al mando de la unidad”, en este caso Instituciones Penitenciarias de Pedro Sánchez, a quien acusan de que “hacer oídos sordos a las necesidades y peticiones para que los trabajadores puedan desarrollar sus funciones de seguridad pública con garantías”. La AUGC apunta que la única solución propuesta hasta el momento ha sido la de instalar por unos días un aparato “con el fin de minimizar los riesgos de un golpe de calor”. Sin embargo, señalan, fue retirado poco después al ser insuficiente, lo que hace que la situación de calor extremo aún siga afectando a los agentes.
Por todo ello, desde la AUGC insisten para que Interior tome cartas en el asunto de una forma definitiva y “hagan por conseguir que los agentes recuperen las condiciones óptimas para ejercer sus laborales, sin parches ni medidas temporales que no sirvieron para nada”.
Al respecto de las averías, los agentes hacen hincapié en los problemas que sufren los aparatos de aire acondicionado, tanto en el retén donde prestar servicio los guardias civiles como el aparato del cuarto de suboficiales. Aseguran al respecto que las máquinas están “constantemente vertiendo agua por las paredes y los suelos, hasta el punto que se aproximan mucho al cableado y a los enchufes en muchas ocasiones”. Esto, denuncian, puede suponer un peligro para los trabajadores, puesto se exponen a una descarga eléctrica o a accidentes como consecuencia de resbalones.
Con ironía han pedido a Pedro Sánchez o a Fernando Grande-Marlaska que “apaguen una hora” el aire acondicionado para saber lo que se siente.
