El entorno familiar del presidente, bajo el foco judicial

Sentencias y prostíbulos: Sánchez ‘convivió’ 21 años con las saunas del padre de Begoña sin alzar la voz

Las sentencias judiciales revelan que las saunas del suegro de Pedro Sánchez fueron prostíbulos y foco de tráfico de drogas, reavivando el debate político y social en España

Sánchez, Begoña, Sabiniano y las saunas (1)
Sánchez, Begoña, Sabiniano y las saunas. PD
Durante 21 largos años, el socialista Pedro Sánchez convivió callado como una puerta con las saunas de Sabiniano Gómez, padre de su esposa Begoña.
Sin soltar ni un suspiro de reproche, mientras los billetes provenientes de chaperos, putas y macarras llenaban los bolsillos de la familia.
Este negocio, que florecía en el submundo madrileño, no solo financió la vida de lujos del clan, sino que, según revelaciones, permitió a Sánchez y Begoña disfrutar de cuatro casas adquiridas con el sudor —o más bien los excesos— de aquellos antros.
¡Vaya paradoja para el abanderado del feminismo socialista, viviendo en la opulencia de un dinero tan turbio como las aguas de esas saunas

En pleno verano madrileño, cuando la política española parecía sumida en el letargo estival, Sánchez copa titulares por un asunto tan incómodo como persistente: las sentencias que prueban que las saunas regentadas por su suegro eran, en realidad, prostíbulos donde se consumía y trapicheaba con droga.

El caso, lejos de ser un simple episodio de la crónica rosa o de sucesos, ha escalado a la arena política y amenaza con dejar cicatrices profundas en la imagen pública del presidente del Gobierno.

El entramado de saunas y burdeles gestionado por la familia política de Sánchez —en particular por el padre de Begoña— no es un asunto nuevo.

Sin embargo, la publicación de sentencias judiciales recientes ha reactivado el debate y ha dado alas a la oposición, que no duda en hablar de un «escándalo de Estado».

Eestos locales no sólo ofrecían servicios sexuales, sino que eran también puntos de encuentro para la compra y consumo de estupefacientes.

Sentencias y testimonios: la evidencia judicial sobre las saunas

Las sentencias judiciales que han visto la luz en las últimas 48 horas no dejan lugar a la ambigüedad. Varios jueces han determinado que las saunas del suegro de Sánchez, lejos de ser simples establecimientos de baño, funcionaban como prostíbulos encubiertos, donde el intercambio de sexo por dinero era la norma y la presencia de drogas, una constante.

Uno de los testimonios más reveladores es el de un ex trabajador sexual que frecuentó la famosa sauna Adán, en la calle San Bernardo de Madrid. «Era un club de alterne puro y duro», recuerda, subrayando que el local era conocido en el barrio como lugar de compra de droga y búsqueda de compañía masculina. La estructura interna seguía la lógica de los prostíbulos clásicos: los trabajadores sexuales, mayoritariamente extranjeros, pagaban un porcentaje de sus ingresos y alquilaban cabinas, mientras la dirección del local permitía —o directamente participaba— en el tráfico de drogas.

No faltan tampoco las anécdotas sórdidas: cámaras ocultas en los vestuarios, robos y advertencias de políticos sobre la presencia de mafias y la connivencia policial. Todo ello envuelto en una atmósfera de secretismo y normalización, hasta el punto de que el asunto era, según algunos, un «secreto a voces» en el entorno político madrileño.

Las cuatro casas, el dinero y el silencio de Sánchez

Más allá del debate ético y judicial, el escándalo ha puesto el foco en el enriquecimiento patrimonial del entorno de Sánchez. La oposición no ha dudado en señalar que el presidente se habría beneficiado, «a título lucrativo», del dinero generado por estos negocios. En concreto, se apunta a cuatro viviendas adquiridas en los últimos años, supuestamente con fondos procedentes de las saunas y prostíbulos familiares.

La diputada Ester Muñoz fue especialmente explícita en una entrevista reciente: «Los departamentos donde ha vivido Sánchez han sido pagados con los rendimientos de estas empresas», aseguró. Esta afirmación, aunque difícil de probar con los datos públicos disponibles, ha calado en la opinión pública y ha servido para alimentar la percepción de opacidad y privilegio en la biografía del presidente.

Muface, audios de Villarejo y el negocio sexual

El escándalo no se limita a la gestión de las saunas y la procedencia de los fondos. Un elemento especialmente turbio es la supuesta utilización de inmuebles públicos, concretamente de Muface, para actividades relacionadas con la prostitución. El Partido Popular ha registrado una batería de preguntas parlamentarias exigiendo explicaciones al Gobierno sobre este punto, basándose en informaciones de varios medios que apuntan a la implicación directa del padre de Begoña Gómez en la explotación de estos locales.

A ello se suman los famosos audios de Villarejo, que han servido para dar cuerpo a las sospechas. En las grabaciones, el excomisario y altos cargos del Ministerio del Interior discuten abiertamente sobre el negocio familiar de los Gómez: «Es un negocio de puta madre… ahí sacan pasta de la hostia. Está todo a nombre del hermano mayor, pero luego los otros dos que hay por debajo (el suegro y otro más que hay) son los que llevaban la gestión», relata Villarejo.

No faltan comentarios sarcásticos sobre el contraste entre el discurso feminista del Gobierno y la realidad de los negocios familiares: «¿Feminista? Y lo tienes lleno de polacas chupando (…) en la sauna», ironiza uno de los interlocutores en los audios.

La opinión pública y el enigma biográfico de Sánchez

El impacto del escándalo en la sociedad española es notable. Según una encuesta reciente, el 58% de las españolas considera que Pedro Sánchez ha sido «partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución», una percepción que trasciende el ámbito judicial y se instala en el debate social y político.

La gran incógnita, sin embargo, sigue siendo la actitud de Sánchez durante los más de 21 años de convivencia con las saunas del padre de Begoña Gómez. ¿Por qué nunca alzó la voz ni denunció públicamente la situación? ¿Era desconocimiento, indiferencia o complicidad? El silencio del presidente en este asunto alimenta todo tipo de especulaciones y añade un punto de misterio a una biografía ya de por sí llena de claroscuros.

Curiosidades y datos del caso

  • En la sauna Adán, según sentencias y testimonios, se llegaron a cobrar hasta 300 euros por hora de sexo.
  • La decoración del local era tan kitsch como decadente: sofás de escay, flores de plástico y ambiente azul para intentar disimular la suciedad.
  • El negocio familiar de los Gómez no se limitaba a un solo local: gestionaban una red de saunas y burdeles, tanto masculinos como femeninos, en el centro de Madrid.
  • Los audios de Villarejo han sido fundamentales para reconstruir la trama, aunque también han servido para alimentar teorías conspirativas y luchas internas en la policía y el Ministerio del Interior.
  • El uso de inmuebles de Muface para actividades ilícitas ha abierto un nuevo frente judicial y político, con el Gobierno obligado a dar explicaciones ante el Congreso.

En definitiva, el asunto de las saunas del suegro de Sánchez no es solo un escándalo familiar, sino un episodio que ilustra las complejas intersecciones entre política, negocios, moralidad y poder en la España del siglo XXI.

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