Junta andaluza autoriza al Ayuntamiento de Alfacar a intervenir en el entorno de la posible fosa de Lorca

La Delegación de la Consejería de Cultura en Granada ha autorizado al Ayuntamiento de Alfacar (Granada) a intervenir en el entorno en el que algunos investigadores han situado la posible fosa en la que yacen los restos de Federico García Lorca, ya que cuenta con los permisos preceptivos para actuar en las cercanías de la acequia de Aynadamar.

Así lo ha señalado a Europa Press el delegado provincial, Pedro Benzal, después de que esta mañana asegurara que abriría un expediente informativo si se constataba que el Consistorio había dañado la acequia. Así, el equipo arqueológico de la Delegación hará un seguimiento de las obras que se ejecutan en el lugar y no puede tomar ninguna determinación en lo que respecta al parque de recreo que se ha construido justo enfrente del monolito donde hace unos meses se llevó a cabo la excavación para buscar a los fusilados junto al poeta, en un pinar al otro lado de la carretera que lleva a Víznar, ya que no tiene especial protección y sólo el Ayuntamiento tiene la competencia para actuar en él.

Según informó a Europa Press la alcaldesa de Alfacar, Fátima Gómez (PSOE), las obras estaban contempladas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del municipio y forman parte de un proyecto de urbanización en la Unidad de Ejecución (UE) 40, aprobado «hace cuatro años», que contempla además la edificación de varias viviendas, aunque hasta hoy sólo se ha concedido una licencia.

El pinar donde se ha construido el parque tiene la declaración de zona verde en suelo urbano y el objetivo del Ayuntamiento ha sido, según la alcaldesa, «adecentar lo que era un estercolero», trabajando con «todas las cautelas» y de manera superficial, con lo que «es imposible que aparezcan restos humanos».

Para Gómez, el lugar, que el investigador Agustín Penón consideró como «más probable» de albergar la fosa de García Lorca, tiene «la suficiente protección», y sólo se ha construido «para el disfrute de la gente del pueblo». Por el pinar pasa además la acequia de Aynadamar que, según la alcaldesa, «se rompió hace mucho tiempo» y tiene que ser arreglada por la comunidad de regantes. Además, Gómez aseguró que el Ayuntamiento ha contado con los informes favorables de Cultura y de Diputación.

Cultura ha detectado hasta ahora que el entorno «no está en unas condiciones de conservación adecuadas y que da sensación de abandono», si bien es al Ayuntamiento de Alfacar al que le correspondería el adecentamiento de la zona.

‘MIEDO, OLVIDO Y FANTASIA’

La investigación que llevó a cabo Agustín Penón en los años 50 en Granada fue plasmada en una edición de Marta Osorio que tituló ‘Miedo, olvido y fantasía’. En el capítulo con el nombre ‘El lugar que pudo ser’, Osorio recoge de los textos de Penón lo que él marcó como posible enterramiento del poeta de Fuente Vaqueros. Concretamente en la página 548 del libro, puede leerse en letras mayúsculas la hipótesis del investigador, hijo de exiliados españoles durante la Guerra Civil.

Después de entrevistarse con varios de los implicados en la muerte de Lorca, de los testigos de los fusilamientos entre Víznar y Alfacar, Penón llegó a su conclusión después de hablar con el propietario de los terrenos de los alrededores de Fuente Grande, Rafael Fernández Mejías, que le señaló tres fosas justo en el sitio donde hoy se ha construido el parque de recreo.

«Después de todas estas comprobaciones me siento lo bastante convencido para creer que el cuerpo de Federico García Lorca podría estar en una de esas tres fosas, y con más probabilidad en la que nos ha señalado Emilio Moreno Olmedo coincidiendo con lo declarado por Rafael Fernández Mejías. Por lo que considero que cualquier búsqueda de su cuerpo debería comenzar por esas tres fosas», dejó escrito Penón.

El investigador se refiere concretamente a dos fosas pequeñas, muy cercanas a la acequia, que quedan en la parte baja de la carretera y que se encuentran «dentro de un área sembrada de pinos que ahora –en 1955– tienen alrededor de siete años, la mayoría han alcanzado ya la altura de ocho pies, aunque algunos se han quedado más pequeños». «En un extremo de la fosa donde puede estar Federico hay un pino que, aunque plantado al mismo tiempo que los otros, sólo mide cuatro pies. Sobre las dos tumbas crece el tomillo esparciendo su aroma penetrante».

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