El abogado y participante habitual en tertulias televisivas y radiofónicas Javier Nart, que forma parte de las listas electorales de Ciudadanos para las elecciones autonómicas del 25 de noviembre de 2012, ha conversado con Periodista Digital sobre las informaciones publicadas por El Mundo sobre las cuentas que podrían poseer en Suiza la familia Pujol y Artur Mas. Ha dicho que estas noticas no le sorprenden y le parecen creíbles.
Dice que la sensación de impunidad en Cataluña en todo lo referido a la corrupción está justificada: «En Cataluña lo que existe es un régimen que ha domesticado a la sociedad y que a través de subvenciones, tanto a los medios como a la propia sociedad, ha logrado que estemos en una sociedad absolutamente adormecida».
De hecho, se puede entender el cambio de línea editorial de muchos medios de comunicación en Cataluña sencillamente en función de las subvenciones que reciben y de la publicidad institucional que tienen.
«La Justicia hace lo que puede. Pero hay un problema. Lo acaba de decir el propio Maragall en sus memorias, cuando cuenta que cuando habla del 3% en el Parlamento de Cataluña inmediatamente reacciona, entendiendo qué significaba la críptica expresión 3 por ciento, no tuvo el más mínimo apoyo de ninguna fuerza política. Ni si quiera del propio PSC. No tampoco tenía muchas ganas de proseguir, porque como presidente de la Generalidad tenía todo el poder institucional para hacerlo».
Así que lo que hay es una especie de manto de silencio común en el que cada uno tapa sus vergüenzas y todos tapan las de todos.
«La estrategia de envolverse en la bandera funciona. En Cataluña existe una especie de franquismo sociológico que consiste en confundir, y lograr que la gente confunda, las particulares peripecias de cada persona con la situación de la sociedad común».
Cuando en la época de Franco se hacían manifestaciones anti franquistas se definían como ‘manifestaciones anti españolas’. Y esto pasa en Cataluña, en determinar que alguna persona o algún partido tienen algunas situaciones que tienen que aclarar o que tienen que pasar por el juzgado se convierte en un ataque a Cataluña.
«En este momento tenemos en Cataluña una situación insólita, que es que el partido político que lidera la Generalidad y que va a ganar las elecciones tiene su sede social embargada por el caso Palau. Es una cosa inaudita y aquí no pasa absolutamente nada».
«La estrategia de denunciar a El Mundo y atacar sus informaciones desde los medios afines era previsible porque ya les salió bien con el caso Banca Catalana. Entonces consiguieron que un tema que tocaba directamente a Jordi Pujol se convirtiera en una especie de ataque contra la nación catalana. Y eso dice muy poco de la ciudadanía, una ciudadanía que confunde las personas con las instituciones y con el propio país. Es el franquismo sociológico, cuando Franco decía que lo que iba contra él iba contra España».