Albert Rivera cree que España está «peor con Pedro Sánchez que con Mariano Rajoy«.
Una de las causas de ese empeoramiento es la situación que se vive en Cataluña donde hay un “clima de intimidación a jueces, a fiscales, a cargos públicos y, en general, a catalanes que no son independentistas”.
Rivera tiene claro que el país todo ha empeorado en dos meses, desde Pedro Sánchez llegó al Gobierno, incluyendo económicamente y en materia de regeneración, por lo que apremia a celebrar elecciones.
Elecciones porque, a su juicio, es imposible gobernar España con los que quieren «liquidar» el país y esto no se le ocurriría a nadie salvo a un presidente «desesperado» por conservar el poder.
En una rueda de prensa en el Congreso, donde ha hecho balance de una legislatura que ve que está «en los minutos de descuento», Rivera a apretado y fuerte las clavijas a los socialistas.
«Los españoles, en diferentes encuestas, muestran ese deseo de que se celebren comicios cuanto antes para que haya un Ejecutivo fuerte que no tenga sus políticas condicionadas por Torra, los separatistas y los populistas».
«Pedro Sánchez tiene que pisar la realidad y saber que la legislatura está agotada porque no hay leyes ni techo de gasto ni mayorías parlamentarias, aunque no se ha aventurado a pronosticar si la situación podría obligar al presidente a convocar comicios el próximo otoño o dentro de un año».
Ha matizado Rivera que no se arrepiente de haber votado en contra de la moción de censura de Sánchez, sino que volvería a hacerlo «con las dos manos» porque sus políticas no son compatibles con las del PSOE.
«Estos dos meses ponen de relieve que Ciudadanos no podía apoyar a Sánchez, aunque si éste hubiera accedido a negociar una fecha electoral posiblemente hubiera sido distinto».
Uno de los problemas que más preocupan al líder del partido naranja es que la situación en Cataluña lleva camino de volver al punto de «la insumisión y el golpe a la democracia» en el que estaba hace casi un año, recordando que Cs era partidario de extender el 155 y no de levantarlo como acordaron PP y PSOE.
Y la consecuencia de haberlo hecho, ha reprochado, es que hoy las cuentas de Cataluña «están descontroladas», hay embajadas abiertas «atacando los intereses españoles», existe «un acoso y derribo de jueces y cargos públicos catalanes constitucionalistas» mientras Quim Torra y Carles Puigdemont deciden lo que tiene que pasar en España.
Ha lamentado además que el Ejecutivo que no esté limpiando las calles y las plazas catalanas «de símbolos ilegales» y como no lo está haciendo -se ha justificado- Cs ha tomado la iniciativa al poner ayer en marcha una campaña para exigir la retirada de todos los símbolos partidistas en el espacio público.
Con este contexto en Cataluña, ha señalado que no comparte la vía del diálogo que el Gobierno ha iniciado con la Generalitat porque considera que no se dan las condiciones de respeto a la legalidad y lealtad institucional que deberían darse.
Otro de los grandes reproches que Rivera hace a Sánchez es su planteamiento económico, con propuestas de «subir ocho impuestos para contentar a sus barones» y permitirles un mayor endeudamiento que, a su juicio, provocará que se dispare el gasto.
Una senda que, ha subrayado, choca con los Presupuestos de 2018 que Cs negoció con el PP y que, como ha defendido, fueron buenos porque han ayudado a la clase media y trabajadora, con bajadas de impuestos, subida de pensiones o más permisos de paternidad, entre otras medidas.
Críticas ha tenido también a los «dedazos» en RTVE, el CIS y otras empresas públicas y es por lo que Cs, ha explicado Rivera, ha pedido las comparecencias de estos nuevos responsables.
Deben dar cuenta de sus méritos «más allá de ser amigos de Pedro Sánchez», ha dicho Rivera que quiere saber, por ejemplo, qué conocimientos tiene de hoteles Óscar López, exsecretario de Organización del PSOE y nuevo presidente de Paradores.