Habrá algún gilipollas que le reirá la gracia, pero veremos que pasa, porque ya no es menor de edad (El ‘cafre’ que dio un puñetazo a Rajoy, implicado en la agresión al coordinador de VOX en Pontevedra).
Porque aquí el burro ha tropezado dos veces en la misma piedra (La Audiencia Nacional casca de 2 a 13 años de cárcel a los facinerosos de Alsasua que agredieron en masa a dos guardias civiles).
«Fascista, fóra de Galicia!».
Ese fue el grito proferido por ‘Capi‘ y sus compinches cuando agredieron a Juan Manuel Rosales.
El líder de Vox en Pontevedra intentó impedir que los jóvenes de extrema izquierda le arrebataran el pin que le identificaba como miembro del partido de Santiago Abascal. Entonces empezaron los golpes.
La paliza terminó con un ojo morado y varios cortes en labio y mejilla.
Andrés de Vicente, que asi se llama el cafre, levantaba orgulloso en 2015 el pulgar, en señal de victoria, tras propinarle un puñetazo a Rajoy en Pontevedra durante la campaña electoral.
El facineroso ha sido identificado la mañana de este sábado 9 de marzo de 219 como el autor de la agresión al coordinador de la agrupación local en Pontevedra de Vox, Juan Manuel Rosales Pérez (Condenan a dos años de internamiento en un reformatorio al bruto pegó un puñetazo a Rajoy).
Ha reaparecido el sectario rapado y con otro aspecto.
Andrés de Vicente, de 20 años de edad, había permanecido durante dos años internado en un centro de menores tras agredir a Rajoy durante un paseo electoral por la ciudad de Pontevedra.
Al respecto, la Policía Nacional ha confirmado a Vox que este mamarracho se presentó voluntariamente.
? Agreden a nuestro coordinador de la agrupación local de Pontevedra cuando repartía folletos en una mesa informativa.
La alerta totalitaria contra VOX de @Pablo_Iglesias_ continúa vigente.
En VOX seguiremos trabajando por España y la libertad sin miedo a nada ni a nadie ??? pic.twitter.com/dzDdX1ZpVV
— VOX ?? (@vox_es) 9 de marzo de 2019
La formación política Vox ha denunciado que fue agredido su coordinador de la agrupación local de Pontevedra cuando repartía folletos en una mesa informativa que habían instalado en esta ciudad, junto a la Plaza de Abastos, entre las 10,00 y las 14,00 horas de este sábado.
El agredido, que es guardia civil retirado, sufrió cortes en mejilla y labios y presenta un ojo amoratado, pero ya ha recibido el alta médica. Asimismo, ha presentado denuncia ante la Policía Nacional por lesiones y un delito de odio.
El presidente de la gestora de Vox de Pontevedra, Andrés Álvarez, ha declarado a Europa Press que estudian también solicitar que los delitos de los cuales se les acusa a los implicados sea agravados por «terrorismo», ya que sostiene que el grupo de jóvenes responsable de la agresión «son de la Coordinadora Antifascista de Vigo y están hermanados con Resistencia Galega».
En las inmediaciones de donde habían establecido la mesa informativa Vox se había desplegado un dispositivo policial nutrido «por las muchas amenazas» que aseguran haber recibido por redes sociales. Es más, esta mañana les lanzaron un petardo que cayó en los pies del responsable de Vox en Vilagarcía, pero no sufrió heridas.
Sin embargo, el coordinador de la agrupación local de Pontevedra ciudad se salió del círculo de seguridad «para repartir más panfletos» y, según el relato del presidente de la gestora de Pontevedra, «cinco tíos lo siguieron hasta un callejón y le partieron la cara».
El agresor, condenado en su día por agredir a Rajoy, salió el diciembre de 2017 en libertad vigilada tras completar dos años de internamiento en cumplimiento de la condena dictada en mayo de 2016 por el Juzgado de Menores de Pontevedra, ya que el suceso se produjo cuando era menor de edad.
Tras un juicio de conformidad, se acordó rebajar la pena de tres a dos años en régimen cerrado en un centro especial y un tercero en libertad vigilada. Cuando se dictó sentencia, el joven ya había pasado seis meses interno en cumplimiento de las medidas cautelares.
En la reducción de la pena influyó que el agresor reconociera los hechos y se arrepintiera en la vista ante el juez de Menores de todo lo sucedido.
La Fiscalía retiró la consideración «de extrema gravedad» con la que había calificado la agresión en un primer momento y se le procesó por un delito de atentado a la autoridad en el subtipo agravado.
Rajoy no llegó a ejercer acción alguna contra el entonces menor, que contaba 17 años en el momento de los hechos.
«Yo no le acusé. Creo que bastante penitencia lleva con lo que ha hecho», aseguró el presidente del Gobierno nada más conocer la condena de su agresor.
Andrés de Vicente tiene casi cuatro años más que entonces, pero no ha cambiado ni de ideas ni de costumbres.
Hace menos de un mes, en su cuenta de Twitter, celebraba la hazaña de un compañero suyo que había pinchado las ruedas de medio centenar de asistentes al acto de presentación de Vox en Pontevedra.
“Ídolo”, escribió, con letras grandes, sin paliativos, enorgulleciéndose. “Lo único que provocan –en referencia al partido de extrema derecha– es odio entre la sociedad”, añadía en otro tuit.
Sus ‘enemigos’, ahora, son más numerosos. En 2015, sus ‘balas’ sólo iban dirigidas al Partido Popular. Ahora, también tiene pólvora para Ciudadanos y Vox.
Andrés de Vicente es cuatro años mayor (cuando fue detenido por golpear a Rajoy tenía 17), pero sigue siendo el mismo. Antes, se fotografiaba con ikurriñas; ahora, lo hace con esteladas.
Y lo haría, posiblemente, de buen gusto, con una independentista gallega. Coincide con Arnaldo Otegi y, si se tercia, retuitea su ideario sin pudor:
“Mintieron, construyeron una acusación falsa, nos encarcelaron (…) España queda retratada como lo que es: un Estado antidemocrático”.
Ataca a partidos y a medios (“periodistas de mierda”) y no esconde su predilección por la Venezuela chavista:
“Si es una dictadura tan horrible, ¿por qué no encarcelan a Guaidó?”.
Su recital lo esculpe en tuits: “España es una mierda, pero el mundo es un vertedero”.