The New York Times, que mantuvo un encuentro similar con ZP hace un año, se limita a ignorarlo
«Los peces gordos se reúnen con mucha gente». La respuesta de James, un broker que fuma con frenesí en la puerta de Wall Street, al ser preguntado por la reunión mantenida entre el presidente del Gobierno español y un grupo de notables empresarios estadounidenses es tan desazonadora como coherente.
«Espera un momento, ¿cómo dices que se llama? ¿Zapatero?», se cerciora, antes de consultar a un compañero.»No, no sabemos nada», se disculpan. Al ser interrogado por la tasa ZP a las transacciones financieras, aspira con gusto, expulsa el humo y sonríe. «Socialistas…», comenta por lo bajo. Y se despide. L a Bolsa neoyorquina devoró ayer un día más sin saber quién es José Luis Rodríguez Zapatero.
A pesar de los numerosos turistas españoles que se fotografían con el bronceado toro de Wall Street,al que algunos identifican
como «el de Intereconomía», y de que el presidente del Gobierno desayunó el día anterior con 13 de los líderes de la potencia mundial, las reacciones al encuentro fueron tan escasas como asépticas. o ayudó al reconocimiento del desayuno la cobertura ofrecida por el diario The Wall Street Journal, que, pese a realizar una entrevista personal a Zapatero, no incluyó mención alguna en sus 39 noticias de portada, otorgando apenas un octavo de página en la 12 (de 22).
Bajo el titular La crisis de la deuda en Europa ha terminado, según el líder español, el rotativo, de lectura imprescindible en Manhattan, empleaba las citas del presidente del Gobierno para trascender a la situación del Viejo Continente por encima dela encrucijada nacional.
«Los cambios en su política han tenido un alto coste para Zapatero», recoge entre sus párrafos, antes de hablar de «colapso de la economía española». «La impresión que nos dejó fue positiva», han señalado fuentes del rotativo, que se ha caracterizadoen los últimos años por sus rabiosas críticas a la gestión de Zapatero.
«Decidimos hacer la entrevista con The Wall Street Journal por ser próximo al pensamiento neoconservador, el más opuesto al nuestro», afirman fuentes de Moncloa. El formato de la reunión, impuesto por el periódico, descartó cualquier introducción o exposición por parte del presidente y la redujo a un bombardeo de preguntas del consejo editorial.
Por su parte, The New York Times, que mantuvo un encuentro similar con ZP hace un año, se limita a ignorarlo en sus páginas.
Y la revista Time considera, tras las triunfalistas declaraciones del mandatario español sobre el fin de la crisis de la deuda en Europa, que «se ve que el líder español no ha estado observando las tribulaciones de Irlanda».
Tampoco se han conocido reacciones de los empresarios «por una cuestión de confidencialidad», según el Ejecutivo. Sólo «dos o tres» de ellos mantuvieron algún diálogo con el presidente tras la reunión.
El Gobierno ha filtrado que George Soros expresó a Laurence Fink que había resultado «¡un pedazo de conversación!» (supuestamente tras recibir un rapapolvo por especuladores), aunque posteriormente fue matizado como «una conversación agradable». Según algunas fuentes, uno de los comensales afirmó tras el discurso económico de ZP: «Rezad por España».
Originalmente publicado en La Gaceta