MADRID, 18 (OTR/PRESS)
Salta a la vista, o acaso sólo sucede a primera vista, pero los dos votos de los nacionalistas gallegos del BNG han sido «mejor vendidos», o están mejor valorados que los seis votos del PNV: 125 millones a cambio del voto de los dos diputados del BNG, y sólo 85 millones a cambio de los seis diputados del PNV.
¿Cómo es posible, siendo como son, por lo menos alguno de ellos, del mismísimo Bilbao del chiste que los hace insuperables? Lo cierto es que así se ha contado, y parece bastante aproximado a la realidad, aunque se haya dicho que sólo es un principio de acuerdo, el logrado con PNV y BNG para, a cambio, garantizar el voto favorable a los presupuestos que Solbes y Zapatero vienen defendiendo frente a las temibles advertencias de Montoro desde el PP.
En efecto, Montoro ha sentenciado que quien apoye los Presupuestos será cómplice del paro, y añade el ínclito don Cristóbal que su partido, el PP, apuesta por una hipotética nacionalización de la banca porque no es posible deslindarla del resto de medidas del último decreto de rescate.
Lo cierto y verdad es que, en el último minuto, ya incluso fuera del tiempo reglamentario, el PSOE gobernante conseguía que algunos grupos parlamentarios y grupos integrados en el Mixto no presentaran su correspondiente enmienda a la totalidad, y superaran los 175 votos precisos para permitir que las quintas cuentas de Solbes y Zapatero salgan adelante, incluso con algún voto de más, por si un desmayo o un parto impidiera la presencia de alguien…
Porque a los diputados propios el PSOE sumará los vascos del PNV y los gallegos de BNG, que ya estamos comprobando que tienen tarifas distintas, aunque será preciso investigar algo más, particularmente en el caso de los vascos del PNV.
En este caso, no se trata de la transferencia del capítulo de I+D+i para el año que viene, sino que es una transferencia «para siempre», y como parte del cumplimiento de unos Estatutos, los del Guernica, que no terminan de llegar en su totalidad a los vascos, ni siquiera después de tres décadas desde su elaboración y teórica puesta en vigor. Sigue habiendo una serie de materias sin transferir, porque alguna de ellas resultaban conflictivas o complicadas para alguna de las dos partes, Estado o autonomía vasca.
Una de ellas era ésta, de manera que estamos ante una transferencia con el dinero correspondiente, que se restará a las cuentas del Departamento de Cristina Garmendia. De manera que ahí se abre otro capítulo de investigación, para comprobar si, finalmente, ha sido o no un buen negocio la negociación de Zapatero con Urkullu y, de la que parece que ha sido ajeno el lendakari Ibarretxe…
Lo más divertido del asunto ha resultado hoy el grandísimo titular de La Vanguardia, diario que ha relatado año tras año el millonario coste que habían tenido los presupuestos para los convergentes de Mas y Durán. Dice hoy este diario que «Zapatero agasaja a PNV y BNG en el presupuesto». Dice María Moliner que agasajar es prodigar atenciones o hacer regalos alguien.
Mucho saben de eso los nacionalistas catalanes, repito. Este año no han sido agasajados en la medida que ellos pretendían. Les tocó a gallegos y vascos, por la módica cantidad de 200 millones que, naturalmente, pagaremos todos. Como los fuegos artificiales de la Expo de Zaragoza o como los teatros que acaba de inaugurar Esperanza Aguirre en Madrid, a su propia honra y gloria y la de Albert Boadella. Todo sea por la patria.
José Cavero.
