Esther Esteban – Más que palabras – El síndrome de Chacón.


MADRID, 12 (OTR/PRESS)

Hace tiempo un ex ministro de Defensa -que consiguió ejercer su cargo sin demasiados sobresaltos- me contó que ese departamento imprime carácter y que -como quien no quiere la cosa- a medida que uno se va acostumbrando al rito y la liturgia militar, al toque de corneta, el izado de bandera, la disciplina, el mando y el ¡Viva España!, por muy civil que se sea, cambia tu perspectiva. He recordado esa confidencia estos días viendo la expresión descompuesta de la ministra Carme Chacón dando el pésame a las víctimas del atentado suicida de Afganistán observando su saber estar, sin mover un músculo cuando escuchaba sobre el terreno como nuestros blindados son como una lata de hojalata ante la potencia de los ataques terroristas.

La ministra que en su día se definió a sí misma como «verde por fuera y roja por dentro» está dando síntomas de verse afectada por lo que yo denomino «síndrome de Defensa» ese que acerca a la dura realidad a todos cuanto ejercen el cargo y la condición. Vimos a Chacón vestir el cargo con solemnidad con aquel ¡Viva España! con el que tomó posesión de su cartera- rodeada de altos mandos que juntos coleccionaban tantas estrellas como el firmamento-, y luego nos hemos fijado mas ella por ser la primera ministra embarazada y madre que por sus actuaciones en el ministerio. Ha tenido que ser un suceso trágico el que nos haya permitido comprobar que la ministra ha cambiado el discurso.

Ya no tira del socorrido manual del socialista-pacifista , ese que insiste en hablar de misión humanitaria, cuando nuestros soldados se juegan la vida en una guerra abierta contra la guerrilla talibán y los fanáticos de Al Qaeda, que libran 50.000 soldados de la OTAN. La titular de Defensa ha reconocido sin aspavientos que nuestro país está en esas lejanas tierras para defender la paz y la seguridad de todos en el seno de una coalición internacional de 40 naciones y ha puesto el dedo en la llaga al señalar que desde Afganistán se fraguaron terribles atentados que acabaron con la vida de miles de ciudadanos en todo el mundo, incluido el 11-M.. Ha venido a decir que lo que allí se libra es una guerra contra el terrorismo » que afecta también a las familias españolas». El paso siguiente es saber qué hará el gobierno español cuando Barak Obama le pida que incremente el número de tropas en Afganistán. ¿ se negará a ello Zapatero ahora que está «a pachas» con el inquilino de la casa Blanca?. Lo dudo. Por mucho que estos días Moratinos y los demás ministros insistan en que esa cuestión está zanjada. Sea como fuere y, hasta que llega ese momento, nuestros soldados deben de estar no solo bien equipados, sino disponer de todos los medios necesarios para evitar que su vuelta a casa sea en un féretro. El ex ministro Bono dijo en su día, cuando se le preguntó por qué nuestros soldados podían defenderse pero no atacar, que él prefería «morir a matar», pero eso no deja de ser un ejercicio de demagogia si de lo que estamos hablando es de una guerra cuya crudeza, algunos pretenden maquillar bajo el nombre de misión de Paz.

Esther Esteban

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