MADRID, 20 (OTR/PRESS)
Conocida la lista con la que el PSOE se presenta a las elecciones europeas, la verdad es que sorprende la premiosidad de Mariano Rajoy a la hora de facilitar la del PP. Oficialmente, solo Jaime Mayor Oreja, cabeza de lista, parece seguro. Suenan los nombres de Ana Mato, Arias Cañete, Angel Acebes -incluso el de Ruiz Gallardón, ya descartado, llegó a encabezar alguna crónica. También hay dudas en relación con Gerardo Galeote, eurodiputado saliente al que persigue la ominosa sombra del «caso Gürtel» y las amistades peligrosas de Francisco Correa.
El caso es que Rajoy parecer saber que el 7 de Junio, su partido se juega algo más que la obtención de una veintena de escaños en el Parlamento de Estrasburgo. También, sobre él, sobre Rajoy y su liderazgo, gravita una incógnita relacionada con el resultado de las elecciones. Sí el PP crece y, no digamo sí supera al PSOE en número de escaños, desde Génova venderían el resultado como sí se tratara del triunfo en unas elecciones primarias. Triunfo que sumar al obtenido en Galicia dónde Núñez Feijóo gobierna ya en clave popular. En ése escenario, buscar la ocasión parlamentaria para forzar a Zapatero a someterse a una moción de confianza sería cuestión de meses. Pero es el cuento de la lechera, porque sí López Aguilar el candidato que encabeza la lista socialista, consigue más escaños que Mayor Oreja, entonces sería Rodríguez Zapatero quien volvería a sacar pecho y en esas circunstancias, los críticos de Rajoy -que son muchos y algunos los tiene muy cerca-, volverían a pedir su cabeza. Por eso, porque es mucho lo que se juega su líder, es por lo que la dirección del PP tarda tanto en poner el huevo con la lista para las elecciones europeas. De ahí vienen las cautelas de Rajoy.
