Todos a la gresca. El gobierno es malo. La patronal es mala. Los sindicatos son perversos, y así entre acusaciones y posturas inmovilistas la cifra de parados subiendo y subiendo. ¿Les importa a Cándido Méndez y a Fernández Toxo que cada día se destruya puestos de trabajo y que la tasa de paro sea la más alta de Europa? Parece que nada porque son incapaces de convocar una huelga general.
¿Que le importa a Gerardo Díaz Ferrán que cierren cada día pequeñas empresas y negocios? Parece que nada, porque lo que defiende es a la gran empresa y no a las pymes que son las que generan el 96% de empleo de esto que se llama España.
¿Y que le importa al Gobierno?…. Pues nada porque las medidas propuestas para revertir esta situación, han sido malos parches, y en octubre y al término de las obras del plan E, veremos hasta dónde llega la tasa de paro.
Eso con maquillaje oficial, porque si nos vamos a la realidad superamos ya con creces los 5.000.000 de desempleados
La CEOE, defendiendo a capa y espada reducir las cotizaciones de la seguridad social y el abaratamiento del despido y la implantación de un nuevo contrato laboral. Los sindicatos, lo que diga el gobierno.
Y el gobierno de Rodríguez Zapatero una declaración de intenciones: apostar por vías de financiación para las empresas, protección ante el desempleo, desarrollo de la ley de igualdad, reforma de la seguridad social; y la I+D+i y reforma de la formación profesional.
Vamos palabras, palabras, palabras y ningún hecho como nos tiene acostumbrados, el que prometió el pleno empleo (será para sus amigos y amigos de sus amigos, o el pleno empleo en las oficinas del INEM.)
En lo que si se han puesto rápidamente sindicatos y patronal es en las subvenciones que reciben del gobierno, vamos, de todos los españoles. Gerardo Díaz Ferrán, podía aprender algo de la amplitud de miras, visión empresarial de futuro y desvelos de su cuñado Arturo Fernández, presidente de CEIM.
Fernández Toxo y Cándido Méndez tendrán que aprender a reinventar el sindicalismo español (en alguno de mis artículos ya hablé de ello). Y lo mejor para todos los españoles es que Rodríguez Zapatero y algunos, la gran mayoría de sus ministros/as “interplanetarios/as”, es que desaparezcan para siempre de la vida política de este país.