Andrés Aberasturi – Fundaciones, divisiones y secesiones


MADRID, 26 (OTR/PRESS)

Además de la Formula 1, el motociclismo y los mil partidos de la liga, hay un mundo en el que convendría reflexionar este fin de semana que se presenta lluvioso y gris como el panorama nacional y las cifras terribles de la EPA.

Fundaciones.- Al margen de las noticias que gotean casi a diario, y escandalosamente, sobre las actividades -presuntas- de Iñaki Urdangarín, ahora resulta que Hacienda va a investigar a un millar de fundaciones sin ánimo de lucro tras el hallazgo de que algunas de ellas tienen en su haber coches de lujo, yates y hasta aviones particulares. Hace un millón de años -y como presidente de una fundación dedicada a la parálisis cerebral- no pedí sino que exigí -sin ningún éxito- al ministro de turno que se hiciera en serio lo que ahora parece que se va a hacer. Ya esta bien de que unas cuantas fundaciones perversas y ONGs tapaderas ensucien con sus negocios negros lo que es un ejercicio de solidaridad y sacrificio de la gran mayoría. Ahora sale a la luz la donación de Amancio Ortega a Caritas, que está muy bien, pero poco se sabe de la ingente labor de otros, como todo lo que ha puesto en marcha -y sigue ello- gente como Esther Koplowitz desde hace mucho tiempo en Barcelona, Valencia o Madrid. No es de recibo que unos desalmados se beneficien de una fiscalidad menor para enriquecerse engañando a toda la sociedad. Ya está bien de utilizar a los más débiles como tapadera de sus fraudes.

Divisiones.- Las que se están empezando a producir en los dos grandes partidos por unos motivos y por otros. Si el PSOE se está cuestionando su futuro tas los resultados de las generales y las autonómicas de Galicia y País Vasco, el PP se encuentra en la disyuntiva de elegir entre los que no entienden qué ha pasado con la política antiterrorista que se predicaba en la oposición y la realidad de Bolinaga paseando por las calles. Y si esto no era suficiente, llega Aznar y se pronuncia en términos muy duros sobre la necesidad de hacer más España frente al discurso light y de buen rollo que parece salir de Génova sobre la situación en Cataluña. Una crisis interna de los dos grandes partidos, es lo peor que podía pasar en estos momentos tan críticos para todo el país. Rubalcaba no es el problema, pero tampoco parece que sea la solución y, como decía Nicolás Redondo, tal vez con Felipe González se cerro una etapa y hay que crear desde las esencias de siempre, un nuevo PSOE que entienda que estamos en el Siglo XXI.

Secesiones.- Después del bochornoso espectáculo sobre las amenazas de vuelos rasantes de aviones militares (que al parecer no lo fueron) y posibles invasiones militares, Mas se va metiendo día a día en un pozo cada vez más negro y del que le va a ser muy difícil de salir. Porque la viabilidad de una Cataluña independiente parte de una premisa prácticamente imposible: su pertenencia como un estado más a la Unión Europea. Así que discutir sobre este asunto mientras las farmacias cierran porque no se les paga y se suprimen camas y más camas de hospitales, parece, por lo menos, frívolo. Ellos sabrán lo que hacen y tendrán que responder ante una ciudadanía que es mucho más numerosa que la que va a las manifestaciones.

a.aberasturi

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