MADRID, 17 (OTR/PRESS)
Concepción Espejel y Enrique López magistrados de la Audiencia Nacional defienden en un escrito enviado a la Sala de lo Penal de la Audiencia que no consideran que concurra en ellos ningún supuesto para no poder juzgar el «caso Gürtel». Es su respuesta a la recusación de varias acusaciones en el caso Gürtel que duda de su imparcialidad porque alegan que ambos tienen relación con el PP. Ahora será la Sala la que diga la última palabra.
Para nadie es un secreto que el magistrado Enrique López ha participado en cursos de la fundación FAES y que tanto él como la magistrada Espejel fueron propuestos por el PP para su elección como miembros del Consejo General del Poder Judicial.
La cuestión de fondo no es que estos magistrados no puedan, y vayan a ser, imparciales en el ejercicio de su función jurisdiccional, sino que es un problema de apariencias. Como decía César su mujer no solo debía de ser honrada sino parecerlo y en ocasiones la excesiva cercanía de los miembros del Poder Judicial, magistrados, fiscales, etc, con los partidos políticos termina creando situaciones como ésta.
Naturalmente que todos los magistrados tienen ideología, ¡faltaría más!, son ciudadanos como todos los demás, pero el problema surge si su cercanía a un partido político, el que sea, es demasiado explícita, entonces a la hora de juzgar casos que pueden afectar al partido de sus preferencias es lógico que haya quienes pongan en duda su imparcialidad.
Yo creo que los magistrados Concepción Espejel y Enrique López deberían haber sido los primeros en haber dado un paso atrás para que no hubiera dudas, es decir, deberían de haberse abstenido de asumir el caso Gürtel. Habrían dado una lección.
Han preferido defender su imparcialidad, tienen derecho a ello, pero no podrán evitar que todos y cada uno de los pasos que den durante el proceso de Gürtel, se mire con lupa y haya un fondo de desconfianza ante sus decisiones.
Esperemos a ver qué decide la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.