Hemiplejia: Parálisis de un lado del cuerpo causada por una lesión cerebral
“Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: Ambas, en efecto, son formas de la Hemiplejia” José Ortega y Gasset, filósofo español
José Ortega y Gasset habló sobre la España invertebrada. Yo añado que, además, está hemipléjica. Los españoles volvemos a jugar a las dos Españas. ¡Cuidado! Vaya a ser que lo que han iniciado unos políticos irresponsables y podridos de codicia, lo rematemos los ciudadanos enfrentándonos los de la izquierda a los de la derecha y viceversa. Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.
La hemiplejia es una afectación del SNC que afecta al cerebro. Es curioso que, si la afectación está localizada en el lado izquierdo del cerebro, la hemiplejia se manifieste en el lado derecho del cuerpo y si está localizada en el lado derecho del cerebro se manifieste en el lado izquierdo. La hemiplejia hace que quién la sufre muestre gran debilidad en el lado del cuerpo afectado y sufra de dificultad para la marcha, dificultad para mantener el equilibrio, dificultad para las actividades motoras, rigidez en los músculos entre otras manifestaciones patológicas, además de Afasia y Disfagia. Vamos a detenernos en la Afasia: Esta es una patología que se caracteriza por la incapacidad o dificultad de comunicarse mediante el habla, la escritura y la mímica. España, al ser una enferma de hemiplejia, sufre de Afasia y como consecuencia de ello, media España es incapaz de comunicarse con la otra media. Unas veces es la parte derecha de esa hemiplejia la que impide comunicarse y otras es la parte izquierda.
España camina coja, unas veces del lado derecho y otras del izquierdo, y esto se debe a su hemiplejia cerebral que le impide acompasar la marcha de sus dos hemisferios cerebrales. Naturalmente, España está debilitada; unas veces por la derecha y otras por la izquierda, esa debilidad le hace tambalearse y sufrir de vértigos y, como consecuencia de ello, siempre se encuentra en serias dificultades para mantener el equilibrio lo que se traduce en un desequilibrio congénito y, por supuesto, en una inestabilidad de siglos. Hemos de sumar a todo esto que las actividades motoras, esas que generan el movimiento en cualquier orden de la vida, están mermadas y España siempre llega tarde a lo nuevo, a los últimos avances, de forma que, cuando los hemos alcanzado, ya han aparecido otros que los dejan obsoletos. Otra tara que sufre España derivada también de su hemiplejia secular es la rigidez, una rigidez que impide al lado derecho tener la flexibilidad necesaria para comunicarse con el lado izquierdo y viceversa. Esa rigidez, esa Afasia, esa debilidad, esa dificultad motora, ese desequilibrio, esa inestabilidad inherente a la hemiplejia no vayan a creer que está motivada tan solo por unos partidos políticos también hemipléjicos, cainitas, de colores diferentes que les impide acompasar sus pasos para andar sin vértigo y sin desequilibrio por la misma senda buscando el bien general y garantizando el futuro. No, no son solo los políticos, también tiene su responsabilidad una sociedad en la que, cuando se creía que la hemiplejia secular de los españoles había desaparecido, aflora aún más violenta y con metástasis por el lado cerebral del este y del norte al que se le ha unido recientemente el de las islas.
Como ejemplo de hemiplejia multifuncional, no solo del cerebro, los españoles; en un ejercicio más – y ya van unos cuantos – hemos dibujado un Congreso absolutamente diabólico. Y esto ha sido así porque también los ciudadanos sufrimos de hemiplejia cerebral y social. Esta hemiplejia secular se ve agravada por las fracturas que España está sufriendo por el norte y por el este. El resultado final de estas patologías puede ser muy parecido al que se produjo hace 80 años. Y sin darnos cuenta…¡parece mentira! Debe ser porque: la hemiplejia no tiene cura