Rafael López Charques: «Tal para cual»

Rafael López Charques: "Tal para cual"

Eso es lo que podemos decir de nuestros dos principales dirigentes nacionales. Es indudable que Dios los cría (aunque no sean creyentes), ellos se juntan y, en este caso, la ambición los mantiene unidos.

Efectivamente, los dos políticos se necesitan mutuamente, por lo de ahora. Así se ayudan el uno al otro en sus trapicheos para lograr sus objetivos.

Tenemos a “cum fraude”, cuyas ansias de brillar son sobradamente conocidas por todos, aunque con frecuencia le lleven a quedar en ridículo, como ya ha ocurrido en varias ocasiones, tanto en España como en el extranjero; no importa, un instante de lo que él considera su gloria lo compensa todo, hasta de demostrar que no sabe vestirse.

Su afición a la ostentación es consecuencia directa de su ego. No sabe dar un paso su no va en un falcon, cosa que no hace ningún dirigente europeo, incluso de los países que están económicamente mucho mejor que nosotros. Suponemos que como nos va a llevar al paraíso, estima que ben se merece esa contraprestación por adelantado. Dicen que lo utiliza para actos de su partido, disimulándolo con innecesarios viajes oficiales que tiene que hacer el mismo día. Eso es tener vista. Cuando iba a asistir al cierre de campaña en Galicia, el avión privado pinchó una rueda (¿cuánto se tarda en cambiarla?), por lo que no pudo estar en el mismo, desentendiéndose así del desastre que se le avecinaba. Listo que es.

En las invitaciones al homenaje de Estado a las víctimas de la pandemia, puso en primer lugar su nombre, a pesar de que no tuvo actuación alguna, indicando que iba asistir el Rey. Todavía no se ha enterado de quien invita es el Rey, y en su nombre el Presidente del Gobierno. Lo que está claro es que no se pueden pedir peras al olmo.

Por otra parte está el jefe morado, otro caso digno de análisis. Sobran videos del mismo donde aparece como un ejemplo de ética y honestidad. Si los contrastamos con lo que hace, concluimos que son dos seres distintos en una misma persona. Imposible pero cierto. Quizás sea un milagro de los tantos que nos promete.

Hace poco tiempo aseguró públicamente que en caso de un desplome electoral

“Inmediatamente pondría mi cargo a disposición del Consejo Ciudadano y de los inscritos y las inscritas. Fíjese, sin pausa reflexiva y sin desviar la respuesta” Tanto en Galicia como en el País Vasco su partido ha desaparecido, y él tranquilo. Da igual, ese Consejo y el voto de los inscritos los tiene suficientemente controlados,
Lo que ya le ha causado algún problema, como denuncias por “fraude, falsedad documental y corrupción”. Además un político honesto, después de un fracaso tan monumental, lo que hace es dimitir, no esperar a ver que le dicen sus vasallos.

Como decíamos, son tal para cual. Por lo de ahora se necesitan mutuamente. “Cum fraude” precisa al morado para conservar el sillón y poder lucirse por el mundo. A su vez el último le es necesario el primero para poder estar en todos los sitios donde está, incluida su actual pareja; menos mal que no tiene hijos mayores de edad, pues también serían ministros, aunque no tuviesen ni el bachiller.

En cualquier caso creemos que el morado actúa más astutamente. Va acumulando poder, mientras deja que el otro se queme. Si esto ocurre, él saltará a la palestra y se proclamará como el único que puede salvar al país; no olviden que los comunistas llegan al poder en épocas de crisis generalmente provocadas por ellos mismos.

Europa nos ha dicho que de subsidios nada, créditos sí. Es lógico, hace tiempo que no se fía, y con razón, de las cuentas que se le presentan. Además con el tema de la vicepresidenta venezolana la chuleamos, y ya se sabe, el que la hace la paga. Mientras tanto, el morado frotándose las manos.

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