“…las ideologías; esas fábricas de muerte y destrucción”.
Al fin Pedro Sánchez consiguió la foto con el Papa. Llevaba mucho tiempo deseándola. Sería una gota más en el elixir de su carisma, un eslabón más en la cadena diseñada para ponerle la aureola de hombre de bien, un paso más en la construcción de su personalidad para presentarlo ante los ciudadanos como el paradigma del gobernante perfecto sancionado por, nada menos que Su Santidad…Pero la foto le ha salido movida. Se suponía que la visita al Vaticano afirmaría la personalidad de nuestro presidente, personalidad diseñada por la Moncloa, su categoría de gobernante, su carisma irresistible; pues todo estaba diseñado por Iván Redondo para que, una vez terminada la visita al Papa, todos los medios de comunicación mundiales recogieran las fotos con el Papa y las palabras de este que – no podía ser de otra manera – serían de alabanza a Pedro Sánchez como persona y como gobernante. Pero hete aquí que, en contra de su costumbre, el Papa Francisco, tras el protocolo acordado, improvisó un pequeño discurso dirigido exclusivamente a Pedro Sánchez, no como persona, sino como político y presidente de España:
“La patria se construye, pero con todos” “La política no es solo un arte, también para los cristianos es un acto de caridad. La política es un servicio” “Las ideologías sectarias deconstruyen la patria” “Es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación y desfiguran la patria” Citó el Papa el libro “Síndrome 1933” de Siegmund Ginzberg que recomendó leer a Sánchez, en el que se explica como una ideología llevó a Europa al drama provocado por el nacionalsocialismo.
Le señaló el Papa la triple misión de un político: “hacer crecer el país”, “consolidar la nación” y “construir la patria” Porque “La patria es algo que hemos recibido de nuestros mayores. Patria, paternidad, viene de ahí. Y es algo que debemos dar a nuestros hijos”
El discurso imprevisto del Papa, si es que lo ha dado en otras ocasiones, esta es la primera vez que ha sido distribuido por el Vaticano. Esa es la razón por la que ha llegado a todos cogiendo por sorpresa a Pedro y a Iván que esperaban hacer uso de la visita para, como es habitual en la estrategia de la Moncloa, apuntarla en el haber de Pedro Sánchez, haber avalado, nada menos que por el Papa. No fue así, la tan anhelada foto de Sánchez junto al Papa salió movida.
¿Se imaginan la cara que se le quedó a Pedro al escuchar las palabras del Papa? Yo si me la imagino: se le debió quedar una cara como el que se ha tragado un cazo.
