EL EXDIPUTADO DE CIUDADANOS PONE MORADA A CRÍTICAS A LA MINISTRA DE UNIDAS PODEMOS

Carta abierta de Girauta a Irene Montero sobre las tiránicas ocurrencias de la consorte de Iglesias en materia sexual

"Déjame ser claro, Irene: menos meterse en las bragas del personal, menos intervencionismo sexual, menos penetración ideológica, menos propaganda y más respeto a la libertad que estáis obligados a proteger"

Juan Carlos Girauta e Irene Montero.
Juan Carlos Girauta e Irene Montero.

Harto de las ocurrencias de uno de los ministerios más estériles de este Gobierno socialcomunista.

Juan Carlos Girauta le dedica este 13 de agosto de 2022 en el diario ABC una carta abierta a Irene Montero, su titular, en la que frena de golpe todas sus imposiciones, especialmente aquellas que tienen que ver con la esfera más íntima.

Comienza hablando de la famosa campaña de verano impulsada por el departamento podemita:

Estimada Irene: vista la campaña de verano de tu Ministerio, llamado de Igualdad, siento que debo dirigirme a ti. Lo siento como obligación moral, intelectual y estética. Quiero ser sincero contigo, abandonar los habituales cauces de la crítica política y comunicarte personalmente no solo que te equivocas, sino que tu crudo intervencionismo es de una naturaleza nueva y alarmante.

Le concede a Montero la posibilidad de que la ministra hace las cosas porque cree en ellas:

Si no me constara que crees en lo que defiendes –así me lo pareció cuando coincidimos como portavoces parlamentarios– sería más sarcástico y sin duda más arisco. En aras del interés público debo advertirte de los contravalores que trasluce tu campaña y de lo invasivo de tus pretensiones. Mira, reconozco tus buenas intenciones… siempre que reconozcas tú algo: tu formación política jamás admite buena fe en los representantes de media España. Para vosotros, a la oposición solo le mueven intereses bastardos, por definición.

Posteriormente, el exdiputado de Ciudadanos se fija en la nueva campaña de consentimiento sexual impulsado por Igualdad:

Centrándonos en tu campaña estival sobre el consentimiento sexual, insisto: es un error, es una intromisión y, en el mejor de los casos, es inútil. Puedo oírte, no me obligues a repetirme. Sí, ya sé, lo que pretendes es erradicar la violencia sexual, los abusos, las presiones y aun las incomodidades a las que puede verse sometida una joven que sale de fiesta. Que sí, mujer, buenas intenciones. Y ahora, dime. ¿Quién te ha dado el derecho a dirigirte a los ciudadanos –¡desde el Estado!– para hablar de su vida sexual?

Le recuerda algo esencial, que ya hay mecanismos sobrados para evitar o, en su caso, denunciar los abusos sexuales:

Para proteger una parte de esa esfera, la libertad sexual, hay unos cuantos delitos tipificados y muchas otras cosas de utilidad: protocolos policiales, teléfonos ‘ad hoc’ las veinticuatro horas, formación para jueces y funcionarios, etc. También sería conveniente que la víctima no se viera obligada a referir cincuenta veces su traumática experiencia y, en general, desarrollar cuantas prácticas preserven la sensibilidad de quien la tiene rasgada y maltrecha.

Y ya que a Montero le gustan los datos, Girauta le proporciona unos cuantos, aunque seguro que no son del gusto de la de Unidas Podemos:

Las violaciones en España no hacen más que incrementarse desde que gobernáis. 544 violaciones denunciadas hasta marzo de este año. Muchas más que el año pasado, que a la vez son más que en 2020, que a la vez son más que en 2019, cuando empezó el sanchismo, que fueron las mismas que en 2018. Menos hubo en 2017 y menos aún en 2016. De hecho, ese año se denunciaron aproximadamente la mitad de agresiones sexuales con penetración que las presentadas proyectando el primer trimestre de 2022. Si observamos los delitos sexuales en general, también ascienden año tras año, con la lógica excepción de 2020 (Covid).

Remata su misiva con una afirmación y un aviso, que su gestión es nula y que deje de meterse a regular la vida íntima de los españoles:

En conclusión, tus políticas no funcionan. Puedes argüir, y lo harás, que cada vez se denuncia más. Te respondo: oigo esa justificación desde hace unos treinta y cinco años, y vosotros no la tomasteis en consideración cuando la esgrimieron gobiernos de otro signo. Déjame ser claro, Irene: menos meterse en las bragas del personal, menos intervencionismo sexual, menos penetración ideológica, menos propaganda y más respeto a la libertad que estáis obligados a proteger con políticas capaces de exhibir mejoras mesurables.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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