Políticos los hay de todos los colores,
Más que en las vidrieras de una catedral;
Abundan más los malos y peores,
Pues todos, unos de otros, hablan mal,
Si no pacen en la misma pradera
Los que en la Política tienen su corral;
De las muchas que hay, es una manera
De llamar a los Políticos ésta,
Que huele como una flor en primavera;
Otras: cuando no montan una fiesta
Echándose los trastos a la cabeza,
Hartos de hacerlo, son gente de siesta;
Gente pues ajena a cualquier proeza,
O dada con cuerpo y alma a la holganza,
Que, en cualquier caso, acaba como empieza;
Las muy contadas veces que la danza,
Rara avis, acaba en un abrazo,
A salvo la sin hueso y la panza,
De ejecutar un acuerdo, el plazo,
Si uno lo alarga, el otro lo rebaja;
Y como ninguno tuerce el brazo,
Puede acabar en humo de paja:
Si están por quien se lleva las migajas,
Conozca su ventaja quien ataja:
Si no humo de paja, … ¡agua de borrajas!.