No reconoce en sí mismo
Que otra medalla que enjoye
Su pecho sea de hierro,
Aunque los pies en abismo,
La marcha fúnebre que oye
Es la de su propio entierro;
Tan joven, y sordo y ciego,
Por no dejar la poltrona,
Pasará a la historia, luego,
Si no por mala persona,
Por un sujeto indeseable,
Que al Zapatero recuerda,
Por perverso, no por necio,
Tan vil y tan miserable,
Que dejando hecha una cerda
España, no tienen precio;
Lo que ambos dan de sí
Es gusto al paladar,
Pues de ambos su Potosí
Es el mentir sin parar;
Si lo que aquel busca es
Su ¡Resurrexit! triunfal,
Y éste evitar su entierro,
Al derecho y al revés,
España hecha un barrizal
Dejan… Y agua y ajo puerro,
Para enjuagarse la boca,
Por uno saber a mierda
Y el otro hacer de foca …
¡Más de sí no da la Izquierda!.