La Marea de Pérez Henares

La Guardia Civil condenada sin derecho a defensa

Los reiterados asaltos a las valla fronterizas de Ceuta y Melilla tras los desdichados sucesos que llevaron a la muerte a 15 emigrantes ponen sobre el tapete una realidad tan cruda y terrible como insoslayable de afrontar.

La oposición lanzada en tromba contra la Guardia Civil, con el flanqueo de la comisaría europea y de la defensora del Pueblo, que han juzgado y condenado de inicio su actuación, ha dejado a quienes tienen la misión de defender esas fronteras con las manos atadas. Porque, con diversos grados de culpabilidad, lo que se ha hecho de inicio no es pedir una investigación y esclarecer unos hechos. No. Lo he ha hecho el PSOE, la comisaria europea y Soledad Becerril ha sido emitir un juicio previo. La sentencia esta dictada. Para Marcelino Iglesias las muertes fueron provocadas porque los guardias civiles “los tirotearon en el mar”, para Rubalcaba, “su actuación era indefendible” o sea, sin derecho a defensa, para la comisaria, que reconocía que no les habían disparado directamente pelotas de goma como si afirmaban los anteriores, si dictaminaba que al hacerlo al agua crearon tal pánico que provocaron su ahogamiento y por último “la defensora del pueblo” aseveraba “imprudencia”. Con diversas graduaciones pues lo que les unifica es que en mayor o menor grado son “culpables”. Esa es por lo visto lo que para ellos es investigar, esclarecer y determinar tras ello responsabilidades si las hay. Un juicio previo donde, y ellos fiscal y juez al mismo tiempo, con la sentencia dictada de antemano.

Lo sucedido en Ceuta es necesario esclarecerlo. Hasta su último detalle. Pero ya que se oculta habrá que señalar al menos algunos hechos probados. 1) Las muertes por ahogamiento se produjeron todas en agua territoriales marroquíes, aunque algunos cadáveres llegaron a costa española empujados por marea y corrientes. 2) Las autopsias demuestran que no hay ningún impacto de pelota de goma en los cadáveres 3) En las imágenes se ve claramente como los guardias disparan al agua y no a los nadadores.

Pero más allá de la terrible perdida de 15 vidas humanas habremos de afrontar el inmenso problema que afrontamos. Y que la UE afronta. Aunque no quiera. Esas vallas son las fronteras con África. Y millones de africanos, huyendo de la guerra, el hambre y la miseria quieren cruzarlas. La pregunta es simple. Los dejamos entrar, sin más, por las bravas, sin papel alguno, sin identidad siquiera. ¿Si? O ¿No?. Si es que sí habremos de estar preparados porque a todos, a estos mismos que están entrando hay que alimentarlos, vestirlos, darles atención sanitaria y ¿trabajo?. ¿Estamos en disposición de hacerlo?. ¿Podemos?.

Pero si es que No la respuesta, hay que hacerla cumplir. Si solo permitimos la emigración regular y legal habrá que ser consecuentes con la decisión y no maniatar y criminalizar a quienes defienden esas fronteras. El debate está ahí. Es así de crudo y a uno el cinismo y la hipocresía le empieza a repatear los hígados. Y de ello ha habido mucho en quienes han condenado de antemano a las fuerzas de seguridad del estado.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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