Este 26 de diciembre de 2014, escribe Francisco Pérez Abellán en Libertad Digital una columna titulada ‘El tío que quiso volar el PP’ en la que arranca diciendo:
Se llama Daniel, tiene 37 años y es natural de Bronchales, junto a Orihuela del Tremedal (Teruel), patria chica de Federico. El juez Javier Gómez Bermúdez de la Audiencia Nacional, célebre motero, magistrado, de estado civil separado de la no menos célebre tertuliana que en su día escribió un libro cantando sus glorias, estima que no ha cometido un delito de terrorismo y lo ha pasado a los juzgados donde le acusan de «estragos, homicidio en grado de tentativa y tenencia de explosivos». De todo, menos de lo que de verdad ha hecho.
Añade que:
El delito que ha cometido, y que no está en la lista, es asalto a la sede central del PP, el partido en el Gobierno, e intento de volarlo con una bomba casera fabricada gracias a internet.
Y concluye que:
Y si eso no es terrorismo, ya me dirá usted. Incluso el detenido lo ha confesado al declarar «que había atentado contra el PP por el hecho de que son el Gobierno y él quería ir contra esa forma de gobernar».