Alfonso Rojo

Con el estudio del BBVA sobre la ‘clase media’ me pasa lo mismo que con algunos informes de Caritas sobre la pobreza

Con el estudio del BBVA sobre la 'clase media' me pasa lo mismo que con algunos informes de Caritas sobre la pobreza
Alfonso Rojo, director de Periodista Digital S.L. PD

«La crisis expulsa de la clase media a tres millones de españoles». Lees eso y si tienes una pizca de sensibilidad y te preocupa el futuro de España, es inevitable que te estremezcas. A bote pronto, porque si te paras un poco y reflexionas, ya surgen las dudas.

Con el sesudo estudio que acaba de publicar la Fundación BBVA me pasa lo mismo que con algunos informes de Caritas sobre la pobreza.

Todo lo que dicen es verdad, pero a la hora de las conclusiones y sobre todo de trasladar estas a titulares de prensa se impone la brocha gorda.

La simplificación es la inevitable consecuencia de aplicar «criterios objetivos» y «baremos contables» a una realidad social caleidoscópica, compleja y difícilmente cuantificable, porque cuando se pregunta a los españoles de qué clase social se consideran, más del 80% responde: «clase media».

Es innegable que durante los diez años de la crisis, entre 2004 y 2013, un elevado número ha perdido su trabajo y ha visto disminuir dramáticamente sus ingresos. No hay que ser un lince: basta echar un vistazo alrededor y revisar las cifras del paro.

Con el rigor que les caracteriza, los expertos del BBVA certifican que la renta disponible por hogar se ha reducido en España un 20% durante la última década, pasando de 26.000 euros a 22.000 y que los hogares con rentas medias han bajado del 60% al 52%.

No se puede discutir lo evidente, pero esos datos no significan que la clase media española haya perdido tres millones de personas. Para empezar, porque cuando se habla de riqueza quizá haya que referirse a propiedades y no sólo a las rentas o ingresos. Es el patrimonio lo que distingue al rico de quien no lo es.

En ese punto, no creo que sea irrelevante el detalle de que el 83% de los españoles es dueño de su vivienda, aunque uno de cada tres tenga la casa hipotecada. Ambas cifras están muy por encima de la media europea. Algo similar ocurre con los coches, el teléfono o Internet.

A propósito de la clase social, además del nivel de vida, es relevante la forma de vida y es ahí donde el titular hace aguas y suenan ridículos los eslóganes bolivarianos con los que nos martillean los zarrapastrosos que nos quieren gobernar.

¿Eres pobre cuando tienes acceso libre y sin restricciones a la mejor sanidad del mundo? ¿Cuándo dispones de Educación gratuita a todos los niveles?

Palos nos dan muchos, pero afortunadamente seguimos siendo más clase media de lo que desearían algunos.

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